De izda. a dcha., Jesús Merino, Guillermo Hermoso de Mendoza, Víctor Arriazu, José Antonio Baigorri, Yolanda Azcona, Jesús Macua, Eulogio Mateo, Miguel Reta y Roberto Armendáriz. Fotografía: Eduardo Buxens.
Javier Leoz, párroco de la iglesia de San Lorenzo, remarcó en la misa del tercer peldaño de la Escalera de San Fermín que la fiesta ‘es un patrimonio espiritual único en el mundo’.
“El capote de San Fermín arropa hoy a todo el mundo taurino, que tan duramente ha sufrido la embestida de la pandemia”. La frase del sacerdote Javier Leoz resume la esencia de la eucaristía que completó ayer el aforo de la iglesia de San Lorenzo en la misa del tercer peldaño de la Escalera de San Fermín dedicada a ganaderos, mayorales, rejoneadores navarros, en representación de todo un sector “sin el que no se entendería la fiesta en Pamplona”.
La cola para entrar a la iglesia sumaba decenas de personas hora y media antes del inicio de la misa, a las siete de la tarde. El aforo del templo, del 30%, se completó.
Ofició la eucaristía el párroco, Javier Leoz. Asistieron los ganaderos José Antonio Baigorri de Ganadería de Pincha y El Tolco, Miguel Reta, de Reta Casta Navarra, Eulogio Mateo, Víctor Arriazu, de Arriazu Herederos, Yolanda Azcona, de Hermanas Azcona, Jesús Macua, de Macua Corera, Jesús Merino, mayoral de la plaza de toros de Pamplona, y los rejoneadores navarros Roberto Armendáriz y Guillermo Hermoso de Mendoza.
Acudieron también el alcalde de Pamplona, Enrique Maya, y las concejalas María Echávarri y María Caballero. “Hacéis bien en estar aquí, en tiempo de pandemia es cuando más cerca tenemos que estar del Santo”, se dirigió a las autoridades locales Leoz en el inicio de su homilía. “Ya falta menos, aunque algunos no lo vean así, tenemos derecho a soñar despiertos, ya falta menos para que pase esta noche oscura y los festejos serán señal de que todo ha pasado”, ahondó el sacerdote en que la fiesta “es un patrimonio espiritual único en el mundo”. “No podemos estar sometidos al dominio de la enfermedad y la tristeza, San Fermín es una vacuna que se da aquí, en la capilla”, indicó y habló al mundo taurino, al presente en la capilla y al resto, “desde las dehesas a los corralillos del Gas”, “San Fermín tiene un componente taurino y sin el toro no se entiende la fiesta, su capote nos recuerda al de defensa de los toreros, el capote también os arropa a vosotros, que pasáis horas aciagas. Igual que otras realidades, lo estáis pasando mal, ojalá desde las instituciones públicas este encaste cuente con ayudas”, apuntó.
“Bien merecen este pequeño y sencillo reconocimiento, un pañuelo empapado en lágrimas de emoción, de apoyo y de cariño a estos profesionales”, introdujo el maestro de ceremonias, Jesús Ayala, el acto de entrega de los pañuelos. Y final, la foto de familia y pequeñas tertulias terminada la misa, algunos ganaderos conversaban con el alcalde Maya o los Hermoso de Mendoza con José María Marco, presidente de la comisión taurina de la Casa de Misericordia.
Información de Pilar Fernández Larrea, publicada en diariodenavarra.es
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX