Unos pocos días después de cortarse la coleta en la Plaza México, Zotoluco rememora su paso por Pamplona, al que califica de “momento mágico”.
Eulalio López “Zotoluco” se cortó la coleta el pasado 4 de febrero en la Plaza México. Son muchos los que todavía recuerdan aquel 14 de julio de 2001, cuando la plaza de Pamplona se le entregó al son de ‘Zo..toluco (palmas), Zo..toluco’. Ese día mató cuatro toros de Miura, se la jugó abiertamente, cortó dos orejas, salió a hombros y relanzó su profesión. Fue una tarde que sigue considerando clave en su trayectoria.
En una entrevista publicada en ‘6 Toros 6’, el diestro mexicano asegura que ha toreado 1.128 corridas, en las que sólo sufrió cuatro cornadas. “Y me da gusto decirlo porque haber matado más de dos mil toros y que sólo cuatro te hayan cogido es un gran mérito. Es obvio que tengo mis tardes claves, como el corte del rabo del toro Venadito, de Vicky de la Mora, el indulto de Romerito, de Los Encinos, ambos en la Plaza México, la oreja de Madrid, los de Miura en Pamplona, de Sevilla, de Nimes, los de Victorino en Valencia… que me ayudaron a seguir avanzando”.
La entrevistadora, Marysol Fragoso, le realiza la siguiente pregunta: Englobando su pasado lejano con el reciente, le hablo de cuando en Pamplona la gente se puso a corear su sobrenombre y de cuando hace unos días en la Plaza México los aficionados encendieron las linternas de sus celulares al ritmo de Las Golondrinas… ¿Qué hay de esas satisfacciones y de esas sensaciones?
Respuesta del veterano diestro: “Fue maravilloso, increíble. Siendo mexicano, en España, en la cuna del toreo, ante un público como el de Pamplona… que yo haya sido capaz de que mi actuación con un toro de Miura provocara eso… Fue un momento mágico. Y esa magia volvió quince años después, cuando caía la noche en mi despedida en La México. Eso siempre lo llevaré en mis entrañas. No hay cómo pagarlo porque fue el momento en que la gente me reconoció todo lo que hice, todas las veces que he puesto en alto el nombre de México. Esas sensaciones me las voy a llevar conmigo, y cada vez que lo recuerdo me pongo a temblar porque son sentimientos que nadie más que yo los pude haber disfrutado”.
Zotoluco hizo en Pamplona cuatro paseíllos, entre 2000, año de su presentación, y 2002, el de su última actuación. Lidió tres corridas de Miura y otra de Jandilla. En total, estoqueó diez toros, a los que les cortó tres orejas. Dos de ellas, el 14 de julio de 2001, trofeos que le permitieron salir a hombros.