Gracias al trabajo de la Brigada Municipal, los pastores y el director de lidia se logró regresar a la normalidad.
Navarra sigue inmersa en sus fiestas patronales, cuyo plato fuerte, en la mayoría de los casos, son las reses bravas. Este hecho conlleva que, a lo largo del verano, se sucedan las anécdotas. La última, en Fustiñana. En la suelta de vaquillas de la mañana de ayer, una de las vacas quedó atrapada en el vallado tras incrustar su cabeza entre el último madero del mismo y el suelo. Unos minutos después, se restableció la normalidad gracias al trabajo de la Brigada Municipal, los pastores y el jefe de lidia.