Ayudado de Uceda Leal el sábado pasado en Lodosa. Fotografía: Sara Roldán.
Tentó dos magníficas eralas de Ganadería de Pincha y ofreció un recital de elegante toreo. Fotografías: Sara Roldán.
El matador de toros Uceda Leal no había toreado en Navarra desde 2014. En esa última ocasión, se enfrentó sin suerte en Pamplona a un lote de Dolores Aguirre muy deslucido, que no dio opción de triunfo. Sin embargo, en la finca El Ontanal de Lodosa, ofreció el sábado pasado todo un recital de ese elegante toreo que le ha caracterizado, pura clase; y lo hizo ante dos magníficas eralas de Ganadería de Pincha.
El ganadero José Antonio Baigorri tentó cuatro eralas, a cual mejor. Bravas todas en el peto, obligaron al picador tudelano Juan Manuel Sangüesa a emplearse a fondo, labor que ejerció con profesionalidad. Y si tuvieron bravura en el caballo, derrocharon nobleza, clase, fijeza, motor y durabilidad en la muleta.
Ya con la primera de la primera de la prueba, Uceda Leal puso a todos de acuerdo, pero ante la tercera, la mejor de la tienta, bordó el toreo, con quietud, elegancia y poderío, haciendo que pareciese muy fácil lo difícil. El espada madrileño estuvo muy bien auxiliado por el subalterno navarro Manu Rodríguez y por el francés Rafael Cañada, que cumplieron estupendamente su labor, tanto al servicio del diestro madrileño como al del novillero francés Dorian Cantón.
Esta joven promesa del toreo tuvo asimismo una buena actuación ante las dos eralas que le cayeron en suerte para satisfacción del ganadero, ya que debutará con picadores en Mugron, el próximo 4 de abril, Lunes de Resurrección, con el encierro de utreros que supondrá la presentación en Francia de Ganadería de Pincha con una novillada completa.
Para Baigorri fue el tentadero más completo de todos los que ha llevado a cabo desde el final de la temporada, tanto por la calidad de la materia prima como por el muy buen hacer de la mano de obra.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX