TOÑETE SÓLO PUDO DEJAR DESTELLOS EN SU PRESENTACIÓN EN SEVILLA

Toñete dejó en Sevilla destellos, detalles de su buen toreo. Fotografía: Arjona.

Toñete dejó en Sevilla destellos, detalles de su buen toreo. Fotografía: Arjona.

Al novillero madrileño,  de raíces navarras, no le acompañó la suerte con la materia prima. Galería de imángenes de Arjona

Ganado: Seis utreros de Guadaira, bien presentados aunque de escaso juego en líneas generales, aunque el segundo fue aplaudido en el arrastre.

Novilleros: Jesús Enrique Colombo (silencio y ovación), Leo Valadez (vuelta tras aviso y vuelta) y Toñete (saludos y silencio tras dos avisos), que se presentó en esta plaza.

Lugar y fecha: Real Maestranza de Sevilla. 14 de mayo.

Incidencias: Un tercio de plaza. Temperatura agradable. Decimoquinta de abono.

Antonio Catalán “Toñete” se presentó ayer en la Maestranza de Sevilla con una actuación en la que sólo pudo dejar destellos de su clase, dado que la materia prima que le correspondió no le permitió mayor lucimiento, desplegar el buen toreo que le caracteriza. Sufrió un volteretón al salir del embroque en la suerte suprema, al parecer, sin más consecuencias que el fuerte golpe.

Según Mundotoro; “se topó Toñete con el nulo tercero con el que apenas pudo torear con lucimiento en el saludo capotero. Después, todo fue insistencia del joven debutante que se estrelló ante la nula voluntad de su oponente. Dejó una estocada corta con volteretón incluido.

Brusco de salida, el sexto embistió muy descompuesto en los primeros envites. El de Guadaira tuvo movilidad por el lado derecho, lo que aprovechó Toñete para firmar una importante primera parte de faena. Sonó incluso la música para acompañar una faena que crecía en intensidad. Lástima que el novillo desistió y, después de unos estéticos ayudados por alto de remate, no hubo fortuna con la espada”.

Para Aplausos.es, “tuvo sus dificultades el tercero de Guadaira, novillo grande y fuerte que fue a menos en los distintos tercios, siempre con la cara arriba y huyendo de la pelea. Toñete poco pudo hacer ante tal comportamiento del poco lucido tercero que no se entregó en ninguna ocasión. Así, el novillero se tiró a matar de forma comprometida y resultó cogido de fea manera pero, al parecer, sin consecuencias graves. Al final, saludó una ovación.

Silencio tras dos avisos para Toñete en el que cierra plaza. Un novillo que tuvo buena clase en la embestida y que agradecía cuando se la dejaba por abajo. Faena de intermitencias que, a pesar de arrancar la música, no consiguió mantener el nivel durante la labor. Esta vez, no anduvo acertado con los aceros”.

Cultoro, por último, publicó lo siguiente: “Toeñete tiene muy buen concepto, más verde con la capa, pero se le atisban cosas con interesantes en la muleta. Ante el tercero, un animal sin casta ni raza dejó patente su forma de torear ante uno de Guadaira que no puso nada de su parte. Se templó a derechas, se quedó en el sitio y tiró de el, en una labor sorda pero con fondo. Pese al nulo juego del novillo quiso el madrileño que Sevilla le viera al menos predispuesto. Se dejó matar en una estocada en la que salió magullado, tanto en el muslo izquierdo como en la frente, se salvó de milagro. Antes su banderillero -Ángel Gómez- también resultó volteado al parear al castaño, como su jefe de filas, se salvó por los pelos de un serio percance. Finalmente Toñete fue ovacionado por una Sevilla que le obligo a salir a la raya del tercio.

Tuvieron poca historia los primeros tercios de la lidia del sexto, un animal como todos sus hermanos al que le faltó raza. Tuvo movilidad en las telas el novillo con el que Toñete escuchó la música -de forma acelerada y desacertada- en una faena desigual pero con algunos pasajes templados. El de Guadaira iba perdiendo celo en sus embestidas conforme se sucedían los pases -tandas en algunos casos excesivamente largas por las condiciones del animal-  en una faena que pese a la predisposición del novillero solo caló en pasajes sueltos. Se le nota aún la bisoñez y la falta de rodaje a un novillero al que todavía le quedan por pulir defectos, dentro de un concepto con notas positivas. Se atacó en la suerte suprema y fue silenciado tras escuchar dos avisos.

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Estocada a su primero

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