
Roberto Armendáriz se ha preparado a fondo en su finca de Zolina de cara a esta temporada que acaba de comenzar.
El caballero navarro hará el paseíllo con otros cinco rejoneadores para lidiar un encierro de Benítez Cubero.
Ha llegado la hora. Roberto Armendáriz va a afrontar hoy, a partir de las 18,30 horas, una de las citas más importantes no sólo de su temporada sino de su trayectoria. Se presenta como torero a caballo en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, lo que puede considerarse un sueño conseguido.
A la hora citada hará el paseíllo con los también rejoneadores Rui Fernandes, Andy Cartagena, Leonardo Hernández, Manuel Manzanares y Andrés Romero. Todos ellos se las verán con un encierro de toros de Benítez Cubero (Pallarés), hierro sevillano de procedencia Hidalgo Barquero, que ha cosechado muchos triunfos en el rejoneo.
Hace unas semanas, cuando el jinete de Noain se enteró de su inclusión en los carteles de Sevilla, expresó su satisfacción. “Estoy muy ilusionado. Se presenta un año bonito y aparecer anunciado en este cartel me ayuda a seguir trabajando en mi profesión. Realmente, es un sueño hecho realidad. Por ello, no quiero que mi actuación sea sólo un paso por esa feria sino que se convierta en una fecha fija. Quiero llegar a esa plaza tan importante para quedarme”, aseguró.
Y asimismo se refirió a tener que jugárselo todo a un toro, a no tener la posibilidad de lidiar un lote de dos. “No veo nada negativo en ello. Ese festejo, el de seis rejoneadores, es un clásico del abono sevillano. Por él han pasado todas las figuras del toreo, incluido Hermoso de Mendoza. Si me sale un toro que no embiste, tendré que optar por una lidia técnica, por la eficacia en detrimento del lucimiento. Pero si sale uno extraordinario y lo cuajas, rozas la gloria sin tener que esperar a otro que pueda hacer bajar el nivel de tu actuación en conjunto”, concluyó el rejoneador.
Armendáriz llega a Sevilla con dos festejos en su haber, en esta temporada que acaba de arrancar. La comenzó en la plaza francesa de Arzacq, donde cortó dos orejas, y el domingo pasado consiguió otra en la plaza pacense de Zarza la Mayor.