HERMOSO DE MENDOZA TRIUNFA EN PACHUCA ENTRE UNA GRAN BRONCA

Hermoso de Mendoza, toreando en mínimas distancias con ‘Viriato’ en la plaza de Pachuca. Fotografía: pablohermoso.net

Le cortó las dos orejas al segundo de su lote, un toro colaborador de Los Encinos.

Ganado: Dos toros para rejones de Los Encinos, primero, muy reservón, y cuarto, colaborador, y cuatro para la lidia a pie de Torreón de Cañas, de juego variado, entre los que destacó el buen segundo.

Toreros: Pablo Hermoso de Mendoza (silencio y dos orejas), Joselito Adame (dos orejas y silencio) y Sergio Flores (silencio en ambos).

Lugar y fecha: plaza de toros Vicente Segura de Pachuca, estado de Hidalgo (México). 26 de abril.

Incidencias: Lleno de “no hay billetes”. Tarde agradable. El caballero navarro inauguró a mediodía en una de las salas de la plaza una exposición sobre su trayectoria. El festejo estuvo amenizado por el flamenco de la cantante española María Toledo. Actuaron los Forcados Hidalguenes y los Forcados Amadores de Hidalgo; tres de ellos fueron retirados en camilla, uno con contusión cerebral; el cabo del segundo grupo dio una vuelta al ruedo con el torero estellés, que salió a hombros junto con Adame.

Cuando Hermoso de Mendoza se disponía a entrar a matar el domingo pasado al segundo de su lote, cuarto de la tarde, se produjo en el tendido una gran y ruidosa pelea entre varias personas del público y camareros de la plaza, lo que hizo que el desconcierto se apoderase del ruedo. Fue una bronca enorme que dividió a la plaza entre los que pitaban a los que se pegaban y los que solicitaban las dos orejas para el torero. Al final y en plena algarabía, la presidencia, correctamente, sacó el doble pañuelo, a la vez que los de la gresca, que seguían a puñetazos, eran desalojados del coso por la policía. El jinete estellés había alcanzado así la salida por la puerta grande, algo de lo que bastantes no se enteraron por seguir más atentos el altercado.

Antes de que sucediese, el caballero navarro había realizado otra de sus grandes faenas y una de las mejores en este escenario. Y eso que de salida tuvo que luchar contra lo resbaladizo del piso. Por ello, con Churumay, que perdió los cuartos traseros en una ocasión, tuvo que optar por la eficacia y no por la brillantez. Ya en banderillas, Duende protagonizó una gran tarde, muy sereno y muy templado. Dalí no le anduvo a la zaga e hizo las delicias del público, sobre todo con sus espectaculares y ajustadas piruetas. Tras la pega de los forcados, llegó otra exhibición del valor de Pirata, en las cortas, en un par a dos manos, en diversos desplantes y en el contundente rejón letal.

Ante su primero, los tendidos no pudieron disfrutar como esperaban por el citado estado del piso y porque el toro, muy reservón y siempre defendiéndose, no se prestó al lucimiento. El caballero navarro tuvo que estar pendiente de que los caballos que utilizó –Churumay, Disparate, Viriato y Pirata– no se fuesen al suelo. Después de la pega de los forcados, el toro se quedó ya completamente parado y todo fue imposible