Al día siguiente, el diestro navarro se las vio con seis vacas de Atanasio Fernández
Pese a que la temporada taurina está a punto de terminar, Francisco Marco no ha dejado de torear y de prepararse para próximos compromisos. Prueba de ello es que el domingo 2 de octubre, en la finca francesa El Palmeral tentó un toro murubeño, de seiscientos kilos, del ganadero galo Cristophe Fano.
El ejemplar resultó muy complicado, no permitió el lucimiento, pero el diestro estellés le dio con maestría la lidia que merecía y ofreció otra lección de profesionalidad. Seguidamente, le tocó el turno al espada madrileño Cristian Escribano, que se enfrentó a otro toro de la misma procedencia y que tampoco lució demasiado por no humillar.
No contentos con esta prueba, ambos tentaron al día siguiente seis vacas de Atanasio Fernández. En esta ocasión, el ganado, pese a su flojedad, tuvo mucha clase y permitieron disfrutar a los dos matadores de toros y a los asistentes al tentadero.