En ambos cosos, realizó sus mejores faenas y alcanzó sus triunfos más completos en la Comunidad Foral.
Mucho mejor que en Pamplona le fueron cosas al maestro alicantino en la plaza de Tudela, en la que hizo media docena de paseíllos; concretamente en 1971, 1977, 1978, 1985, 1989 y 1996, año en el que celebró el vigesimoquinto aniversario de su alternativa. En la capital ribera realizó grandes faenas, algunas malogradas con los aceros; por ello, en total, cortó seis orejas y sólo logró dos salidas a hombros.
Vestido de luces, la mejor faena realizada en Navarra la rubricó el 25 de julio de 1996 en la Chata de Griseras. Se la hizo al cuarto de la tarde, un toro llamado Conde, marcado con el hierro de Sánchez Arjona. Lo toreó con temple, empaque y elegancia, sin fallos; pudo cortar hasta el rabo pero lo perdió todo con la espada; tres pinchazos y media en buen sitio; triunfal vuelta al ruedo. El propio diestro calificó esa faena como la mejor de la temporada.
Otra plaza navarra en la que siempre le fueron muy bien las cosas fue la de Corella. Intervino en cuatro festivales y de todos ellos salió a hombros, tras dejar atrás soberbias actuaciones. Sin embargo, fue el centenario coso de Fitero donde Manzanares firmó su última actuación en Navarra. La fecha, 15 de marzo de 2000, tarde de su reaparición tras llevar casi dos años retirado, en la que dejó destellos de su característico toreo, cargado de pureza y elegancia.