LOS HERMOSO TRIUNFAN EN EL CIERRE DE LA FERIA DE BADAJOZ

Los Hermoso de Mendoza, padre e hijo, salieron a hombros en Badajoz.

Compartieron cartel con el maestro Joao Moura, que logró dar una vuelta al ruedo. Fotografías: pablohermoso.net

Ganado: Cuatro toros de Luis Terrón, bien presentados y de buen juego, y dos novillos de Rosa Rodrigues, tercero y sexto, manejables y con calidad el último, que fue premiado con la vuelta al ruedo.

Rejoneadores: Joao Moura (saludos y vuelta al ruedo), Pablo Hermoso de Mendoza (saludos y dos orejas) y Guillermo Hermoso de Mendoza (saludos y dos orejas).

Lugar y fecha: Plaza de toros de Pardaleras, en Badajoz. 24 de junio.

Incidencias: Un cuarto de plaza. Última de la Feria de San Juan. Los dos caballeros navarros, padre e hijo, salieron a hombros.

A Pablo Hermoso de Mendoza le tocó en primer turno un mansurrón que salía desentendido de la reunión. La maestría del navarro se evidenció con Extraño, con el que consiguió encelar al toro hasta lograr que quisiera seguir la montura. Luego con Dalí se adornó en una banderilla. El rejón de muerte le jugó una mala pasada al pinchar hasta en tres ocasiones. La faena al quinto se cimentó en la torería de Berlín, un caballo para soñar el toreo con el que el de Estella bordó el toreo a dos pistas y los remates fueron auténticos trincherazos. Antes lo había parado con la yegua Manizales, que será una montura a tener muy en cuenta esta temporada. Mató trasero pero efectivo, y le fueron concedidas las dos orejas.

Guillermo Hermoso de Mendoza debutó en Extremadura a lomos de Napoleón, con quien recogió al novillo de Rosa Rodrigues que miró a tablas en dos ocasiones. Toreó muy puro con Brindis, clavando al pitón contrario. Lo mejor vino con Ícaro y su expresividad delante de la cara del toro. Se adornó con las cortas a dos manos a lomos de Pirata y solo la mala colocación del rejón impidió el trofeo que hubiese cortado de estar más acertado. Barrabás es un caballo que ha puesto Guillermo desde potro y esa comunión se notó entre jinete y cabalgadura frente al sexto. Con Disparate se dejó llegar mucho al novillo para que mantuviese el celo y llegó mucho al público con un rejoneo en el que mezcló clasicismo, pureza y exposición a partes iguales. Para terminar de calentar al respetable puso cortas a dos manos en todo lo alto. Mató sin puntilla y puso la plaza en pie.