MARÍN Y EXPÓSITO TENTARON EN ARGUEDAS SERIAS VACAS DE ÍÑIGUEZ

De izda. a decha: Juan Carlos Ruiz, Sergio Sánchez, Gómez del Pilar, Imanol Sánchez, José Mena, Javier Marín, Francisco Expósito y Paco Ramos.

De izda. a decha: Juan Carlos Ruiz, Sergio Sánchez, Gómez del Pilar, Imanol Sánchez, José Mena, Javier Marín, Francisco Expósito y Paco Ramos.

También intervinieron en la prueba los matadores de toros Gómez del Pilar e Imanol Sánchez. Imágenes: Ricardo.

El matador de toros Javier Marín y el novillero Francisco Expósito tentaron el sábado pasado en la finca arguedana Pieza del Rey, donde se crían las reses bravas de Íñiguez, siete serias vacas, cuatreñas varias, de procedencia Cayetano Muñoz, que se dejaron hacer aunque tuvieron muchas teclas que tocar. En la prueba intervinieron también los diestros Gómez del Pilar e Imanol Sánchez.

Todos ellos estuvieron bien auxiliados por los banderilleros navarros Juan Carlos Ruiz y Paco Ramos. La suerte de varas corrió a cargo del picador tudelano Juan Manuel Sangüesa, que cumplió con acierto su labor.  Y asimismo lo hizo una de las personas que más trabajo tuvo, Ricardo, que ejerció de mozo de espadas para Gómez del Pilar, Marín y Expósito.

Respecto a la materia prima, todas las vacas lucieron el hierro de Íñiguez Moncayola; es decir, fueron de procedencia Juan Pedro Domecq, vía Cayetano Muñoz. El primero en actuar fue Gómez del Pilar. El madrileño fue el menos afortunado de la tienta. Su primero salió dañado de la suerte de varas y el otro resultó complicado. Pese a ello, tuvo una buena actuación, en la que tiró de oficio y toreó con serenidad y muy buena técnica.

Imanol Sánchez, por su parte, fue el más afortunado con su lote. Su primera vaca se dejó hacer y la quinta de la jornada fue la mejor, atesoró calidad y permitió al aragonés tirar de repertorio.

Quien también mostró muy buenas maneras fue el matador de toros navarro. A Javier Marín le correspondió una vaca que se dejó hacer y otra complicada. El de Cintruénigo, muy seguro y sabiendo siempre lo que se traía entre manos, consiguió dominarlas y mostró buen estilo ante ellas.

Y lo mismo hizo el novillero Francisco Expósito. Se las vio ante una vaca, la cuarta, que tuvo un buen pitón derecho. El pamplonés supo aprovecharlo y, siempre templado, le sacó todos los muletazos que tenía.

Francisco Expósito. Derechazo Imanol Sánchez Javier Marín. Derechazo largo

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