Jesulín de Ubrique y Manuel Jesús ‘El Cid’ abrieron una puerta grande que Cayetano también mereció.
Ganado: Seis toros de La Palmosilla, correcta de presentación y de juego pobre, decepcionante, en conjunto.
Toreros: Jesulín de Ubrique (oreja en ambos), Manuel Jesús ‘El Cid’ (silencio y dos orejas) y Cayetano (oreja y saludos tras aviso).
Lugar y fecha: Plaza de toros de Tudela. 27 de julio.
Incidencias: Más de 4.000 personas, más de un tercio de plaza. Tarde calurosa. Joselito Rus saludó montera en mano tras banderillear al sexto. Jesulín y El Cid salieron a hombros.
En la primera corrida de la feria tudelana, los toreros pusieron todo lo que les faltó a los toros, que fue mucho, y salvaron así la tarde. Pudieron tirar por la calle de en medio, pero no lo hicieron. Todo lo contrario, demostraron compromiso con la capital ribera y ganas de agradar y de triunfar.
Abrió el festejo de Tudela un manejable toro de La Palmosilla al que Jesulín de Ubrique logró arrebatar una oreja. Hizo lo propio Cayetano ante su primero, tercero de la tarde, encastado aunque justo de fuerza. El Cid no tuvo tanta suerte en su turno, topando con un toro deslucido.
En la segunda mitad del festejo destacó la actuación de El Cid. Toreó sin toro a un astado deslucido, sacó una gran faena de donde no la había e, incluso con desplantes de rodillas, cortó dos orejas generosas al de La Palmosilla.
Jesulín de Ubrique cortó su segunda oreja a un toro tan noble como parado en una faena de tesón. El gaditano demostró estar sobrado de facultades y dio toda una lección como director de lidia.
Cayetano se encontró con un ejemplar deslucido y parado como segundo de su lote y último de la tarde. Ante tal situación, buscó la oreja que le hacía falta para salir a hombros, se echó encima del toro, calentó por alto, lo intentó todo, pero falló reiteradamente con el estoque y por ello tuvo que abandonar la plaza a pie; eso sí, bajo una cerrada ovación.