Los cuatro novillos navarros permitieron a los corredores realizar bonitas carreras.
El encierro de novillos de ayer por la mañana, el último de las fiestas de San Adrián en honor a las Santas Reliquias, fue rápido y limpio. A las once en punto, el cohete dio el pistoletazo de salida al sexto encierro que mantuvo la dinámica de la última semana.
Los cuatro erales de la Ganadería de Pincha, de Lodosa, hierro del que es propietario José Antonio Baigorri, permitieron a los mozos lucirse en carreras a lo largo de todo el recorrido, especialmente desde la curva en la carretera de Estella hacia la calle Delicias, donde bajan la velocidad y posibilitan a los corredores mejores actuaciones.
De ahí, los erales de la ganadería lodosana -que por segunda vez protagonizaba el encierro de estas fiestas- continuaron hasta el coso sin causar ningún herido.
Información de Susana Esparza para Diario de Navarra.