Varios mozos corren delante de una de las vacas del encierrillo, en la plaza Santiago, bajo la lluvia. Fotografía: Susana Exparza.
A pesar del frío y de la lluvia, fueron muchos los aficionados que participaron con recortes en el tramo cerrado por el nuevo vallado.
Estella vivió el domingo por la tarde la primera suelta de vaquillas durante la celebración de las fiestas pequeñas, en honor a la Virgen del Puy. Un nuevo formato que hasta ahora tenía en la plaza de toros su único referente y que se trasladó a la plaza Santiago. Una modificación promovida por el Ayuntamiento de la ciudad y que los aficionados recibieron con entusiasmo ya que, a pesar del frío y la lluvia, llenaron el tramo que une la plazoleta entre la calle Mayor y la cuesta de Entrañas, cerrado por un nuevo vallado que sustituyó a los plásticos con los que los habitualmente los mozos retardaban la llegada de las reses al coso estellés
Un balance positivo en la participación que se suma al de Cruz Roja, que no atendió a ningún mozo -ni en la suelta de vaquillas ni en los dos encierros que se celebraron como preludio de la fiesta taurina- y que respalda la iniciativa que se llevará a cabo en dos de las tardes de las fiestas de agosto, la del miércoles y jueves.
Tras el encierrillo y el encierro, pasadas las siete de la tarde, dos reses de la ganadería Macua, de Larraga salieron de la plaza de Toros a la plaza Santiago. Durante veinte minutos se vieron algunas carreras y algún quiebro por parte los mozos. Hubo más actividad en la suelta de después. Otras dos vacas de la misma divisa prolongaron la actividad hasta las ocho de la tarde, dando más juego a los recortadores, que contaron con los pilares de los soportales como ayuda para los recortes.
Menores en el recorrido
El otro protagonista de la jornada fue el vallado, repleto de un público principalmente familiar. Padres y madres acompañaron a sus hijos a la primera suelta de vaquillas de la ciudad en la que sí se notó una gran afluencia de menores de edad entre los tableros e incluso en el interior del recorrido, a pesar de la advertencia del Ayuntamiento de Estella y de las autoridades, que sacaron a más de un joven del espectáculo.
Los más pequeños también tuvieron su hueco en el programa taurino del domingo. Entre encierro y encierrillo, sobre las seis de la tarde, corrieron por la calle Mayor en una simulación con tres recreaciones de tres morlacos, sobre ruedas y empujados por tres mozos.
Información de Susana Esparza para Diario de Navarra.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX