La norma no ha encarado el problema de la masificación.
La nueva norma se queda baja de contenido y tampoco resuelve la agilización de las multas.
El pleno del Ayuntamiento de Pamplona aprobó ayer definitivamente una ordenanza del encierro. No obstante, se trata de un texto descafeinado que no encara uno de los problemas prioritarios: la masificación y tampoco resuelve la agilización de las multas.
Tras un debate que se prolongó durante más de dos horas, los concejales introdujeron un cambio de última hora en el proyecto, por el que se regula ahora que el tercer cohete se lanzará cuando los seis toros estén ya dentro de la plaza, y no en el momento en el que el primer animal entre a los corrales, tal y como se venía realizando hasta el momento.
Todos los grupos apoyaron la enmienda, presentada por Nafarroa Bai, a excepción de UPN, que se mostró contrario al cambio. Ana Elizalde (UPN) argumentó que el funcionamiento tradicional se adoptó como una “medida de estricta seguridad”, al tiempo que planteó que puede ser una acción “bastante irrealizable porque no se pueden tirar cohetes desde la plaza y habrá que estar a medios ajenos para hacerlo”.
La ordenanza, que establece un régimen sancionador para determinadas conductas incívicas y peligrosas del encierro, fue aprobada ayer con el apoyo de UPN, NaBai, PSN, y PPN y la abstención de Bildu, Aralar e I-E. No prosperaron, sin embargo, otras dos enmiendas presentadas por Nafarroa Bai.
Una de ellas pedía que no se pudieran realizar actos de promoción o de marketing que utilizasen acciones consideradas graves o muy graves en el encierro. “Dañan la imagen de la ciudad”, expresó en varias ocasiones Iñaki Cabasés. La segunda enmienda planteaba que se prohibiera la música hacia el recorrido del encierro desde los locales situados en el mismo a partir de las siete de la mañana. Se rechazó, ya que la prohibición fijada definitivamente en la ordenanza es “más amplia” y restringe la música desde cualquier punto del encierro, como una vivienda.
Normativa sancionadora
Respecto a las sanciones reguladas en la normativa y tipificadas en leves, graves y muy graves, grupos como Aralar o Bildu aludieron a la posible subjetividad interpretativa de la norma; mientras que PSN valoró que se puedan sancionar las conductas que así lo merezcan. “No puede ser que tirar un mechero a un futbolista cueste un dineral y coger a un toro no tenga sanción”, dijo.
Ahora, tras su aprobación, la ordenanza será publicada en el BON y se abrirá un plazo de 15 días para presentar alegaciones. En el caso de que no las hubiera, la norma quedará aprobada. En caso contrario, el documento deberá volver al pleno.
Información de Nerea Gorbea para Diario de Navarra.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX