Las molestas rachas de viento y el fallo con los aceros se erigieron en protagonistas del festejo.
Ganado: Seis toros de Hermanas Azcona, de aceptable presentación, carentes de fuerza, inválidos, sin posibilidades los dos primeros y los demás nobles y toreables; el tercero y el cuarto fueron los mejores del encierro, ambos aplaudidos en el arrastre.
Toreros: Esaú Fernández (silencio tras dos avisos y saludos), Joaquín Galdós (silencio tras aviso en ambos) y Sergio Rodríguez (saludos tras aviso en ambos).
Lugar y fecha: Plaza de toros de Tafalla (Navarra). 15 de agosto de 2024.
Incidencias: Poco más de media plaza. Tarde soleada con rachas de molesto viento. Primera de la Feria de la Asunción. El picador Antonio García, de la cuadrilla de Fernández pasó por la enfermería en el cuarto toro aquejado de un esguince en el tobillo derecho tras sufrir un derribo.
(…) Zumacal, el cuarto, empujó con fuerza al caballo en la suerte de varas. Derribó y atrapó al del castoreño contra las tablas. En el segundo tercio se percibió enseguida que el toro acometía con fuerza y clase al capote del peón lidiador. Esaú, que había pasado desapercibido ante un primero inválido y falto de raza, vio las condiciones del tal Zumacal y sobre la mano diestra cuajó cuatro tandas en redondo que, a la postre, fueron los momentos más intensos del festejo. Por el lado izquierdo, el coletudo sevillano se puso para justificarse. Por ese lado, Zumacal calamocheaba un tanto en los dos primeros trancos, pero luego iba por abajo hasta el final. El torero volvió al toreo en redondo y, enseguida, a su habitual arrimón. Toro de orejas, pero que se fue con ellas en un aplaudido arrastre. Pinchazo y estocada. Hubiera apostado a que le iban a pedir una oreja al torero, pero no, la cosa quedó en la recogida de aplausos desde el tercio.
Joaquín Galdós, debutante en Tafalla como Sergio Rodríguez, tuvo que enfrentarse a un segundo, que como el primero, era estrecho de sienes y, aunque serio, algo terciado; escarbador a cualquier distancia y, lo peor, escaso de fuerza. Pinchazo hondo y dos descabellos. El peruano topó en quinto lugar con un toro muy cuajado en kilos, de prominente morrillo y de cuerna un punto gacha. Como las anteriores puestas en escena, el viento racheado volvió a molestar en las manufacturas de muleta. El toro había protestado con la cara alta en el peto, pero llegó con nobleza y buenas opciones. Galdós montó una faena meritoria y, por momentos, entonada y templada por ambos pitones. Un pinchazo y un soberano bajonazo dejaron el veredicto en saludos.
La presentación en la ciudad de Sergio Rodríguez fue buena en cuanto al fino clasicismo de su torero. Si el abulense, de Navas del Marqués, hubiera atinado con los estoques en sus dos toros, hubiera podido cortar sendas orejas y salir a hombros. En su debe, que tendrá que mirar de su toreo al natural el cómo coge el estaquillador debe la punta más cercana a su cuerpo.
Crónica de Manuel Sagüés, publicada en Diario de Navarra.