Organizadores y premiados posaron en la gala de los XIX premios taurinos Ciudad de Tudela. Fotografía: Manuel Sagüés.
Javier Ambel, trofeo al mejor banderillero, no pudo acudir a la gala por encontrase toreando en América, a las órdenes de Alejandro Talavante.
El Nuevo Casino Tudelano fue el viernes pasado el escenario de la gala de entrega de los XIX Trofeos Taurinos ‘Ciudad de Tudela’, correspondientes a la Feria de Santa Ana de este año. Una gala que organiza el Club Taurino de Tudela y la Sección Taurina de la Sociedad Deportiva y Recreativa Arenas y en la que colabora el consistorio tudelano, representado en esta ocasión por Verónica Gormedino, concejala de Festejos.
Bajo la templada batuta de Juan Ramón Díaz Sopranis, se llevó a cabo la entrega de premios. En primer lugar, José Miguel Pérez ‘Joselillo’ recibió el trofeo a la mejor faena de la feria, por la realizada el 30 de julio al cuarto toro de la tarde, Almonteño, número 60, de la ganadería Prieto de la Cal, al que le cortó las dos orejas.
En segundo lugar, se entregó el trofeo al mejor toro de la feria. Recayó en el llamado Carasucia, de Prieto de la Cal, lidiado en sexto lugar ese 30 de julio por David Cadavid, quien, tras estoquearlo, escuchó palmas. El galardón lo recogió Fernando Prieto de la Cal, ganadero e hijo de Tomás, que cursa el Grado de Medicina en la Universidad de Navarra. Su padre no pudo acudir a la cita con Tudela por tener que arreglar varios desperfectos sufridos en su finca La Ruiza, provocados por el fuerte viento sufrido en días anteriores.
Por último, Javier Ambel, banderillero premiado, no pudo acudir a la cita por encontrarse toreando en América a las órdenes de Alejandro Talavante. En su lugar recogió el galardón el también hombre de plata Miguel Ventosa ‘Venturita’. Ambel consiguió este trofeo por la lidia y ejecución del tercio de banderillas de su lote, segundo y quinto, ambos marcados con el hierro de Lagunajanda, el pasado 29 de julio, tarde en la que formó parte de la cuadrilla de Miguel Ángel Perera.
La gala concluyó con la clásica cena de hermandad, a la que asistieron un centenar de aficionados.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX