De izda. a dcha., David Mora, Andrés Celestino, heredero de parte de esta vacada, y Javier Marín en la plaza de tientas de Dionisio Rodríguez.
El novillero de Cintruénigo compartió la prueba con el diestro madrileño David Mora.
Javier Marín va a prepararse a fondo para la cita que tiene el 1 de mayo en la plaza de Las Ventas, donde se enfrentará a un par de utreros de Dolores Aguirre. Para ello, entre otras cosas, va a intervenir en una serie de tentaderos. El primero de ellos lo protagonizó el sábado pasado, junto al diestro madrileño David Mora, en la localidad salmantina de Villavieja de Yeltes, donde se encuentra la finca Hernandinos, cuartel general del ganado bravo de Dionisio Rodríguez, vacada de procedencia Conde de Santa Coloma.
Cada uno de los dos toreros citados tentó tres vacas, todas ellas eralas. En el lote que le correspondió al novillero navarro hubo de todo. Su primera resultó exigente, lo que le vino muy bien para esforzarse, para pelearse con ella, de cara a un buen entrenamiento. Su segunda fue la más toreable, lo que permitió al joven de Cintruénigo lucirse ante ella en numerosas tandas templadas, de muy buen corte. Y su tercera, tuvo buen fondo sobre todo por el pitón izquierdo, por lo que el trasteo se desarrolló al natural, muletazos en los que pudo bajar la mano y alargar la embestida. En definitiva, una buena prueba, que satisfizo al ganadero, al matador de toros y al novillero con caballos.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX