JAVIER MARÍN: “OJALÁ ME LLAME UN EMPRESARIO Y ME PONGA A TOREAR EN LAS PLAZAS”

Javier Marín y Sergio Sánchez en la plaza de Tudela.

Hace 26 años, un joven llamado Sergio Sánchez toreaba por primera vez, vestido de luces, en la plaza de su localidad natal, la de Cintruénigo. Mañana, la historia volverá a repetirse; sólo cambiará el nombre del protagonista: Javier Marín, que dará el primer paso hacia esa difícil meta que es llegar a ser matador de toros. En aquella ocasión, Sánchez cortó cuatro orejas y un rabo. Pues eso, que la historia vuelva a repetirse.

Como suele decirse, está ya en capilla. ¿Nervioso?

Muy nervioso, pero con muchas ganas de hacer el paseíllo y quitarme la presión que llevo encima.

¿Qué espera de una tarde tan importante?

Que todo salga a la perfección, porque es mi debut de luces. Quiero cuajar un novillo a gusto y cortarle las orejas.

¿Habrá algún brindis especial?

Sí, habrá uno, pero quiero que sea una sorpresa.

¿Estrenará traje de luces?

Grana y oro, como el que lució Sergio Sánchez en su presentación en Cintruénigo. Además, me parece un color atractivo.

¿Cómo ha sido el camino hasta aquí?

Duro, de entrenamiento diario, de sacrificar muchas cosas para seguir y disfrutar en él.

En esta etapa inicial, ¿cuál es el mejor momento vivido que recuerda?

La mañana de Pamplona, el pasado 11 de julio, por torear en esa plaza importante. Aunque no matara el novillo, el hecho de hacer el paseíllo en la capital navarra conllevó un sentimiento de responsabilidad y de orgullo a la vez. Fue un día muy bonito.

¿Y el peor?

Por fortuna, no guardo ningún mal recuerdo.

¿Ha recibido ya su bautismo de sangre, alguna cornada?

Sí, el pasado 19 de agosto, en una becerrada en Navarrete. Una vaca fuerte de Carlos Lumbreras, de procedencia Santa Coloma me pegó una cornadita de cuatro centímetros  en la zona perineal.

Defina su estilo.

Todavía estoy empezando y me parece precipitado hablar de un estilo propio. En cualquier caso, me considero un torero de valor, más que gusto, pero siempre en una línea clásica.

¿Se ha preparado a fondo para su debut sin picadores?

Día tras día. He entrenado mucho, corriendo cada mañana, toreando de salón, tirándome al carro para practicar la suerte suprema y toreando muchas becerras.

¿Es famoso ya entre sus paisanos? ¿Le arroparán mañana?

No, no soy nada famoso pero, pese a ello, sí estaré arropado. No creo que mi pueblo falte a la cita. Es el día de la patrona, la Virgen de la Paz, y seguro que allí estarán.

Ha llegado a esta tarde de la mano del matador de toros Sergio Sánchez, natural de Cintruénigo también. ¿Qué le dice ese nombre? ¿Aspira a ser como él?

Es muy difícil llegar a tomar la alternativa y permanecer diez años de matador de toros, como lo hizo él. Pero aspiro a eso y a más. Respecto a su persona, lo es todo para mí. Me ha enseñado todo: cómo coger el capote y la muleta, cómo entrar a matar, a colocarme ante el toro, todo. A él se lo debo. Sergio es humilde, cariñoso, cercano, muy buena persona y muy valorado en el mundo del toro, pero también es exigente conmigo, para que dé lo mejor de mí mismo; incluso en alguna ocasión, me ha pegado un arreón.  En definitiva, Sergio es maestro y amigo.

Si triunfa, ¿a quién dedicará el éxito?

A él, a Sergio en particular, y en general a todo el pueblo que habrá acudido apoyarme en día tan señalado.

Un deseo para el día después.

Que me llame un empresario que me haya visto torear y me ponga a torear en las plazas.

¿Su sueño, su meta como torero?

Llegar a ser figura del toreo y compartir cartel con maestros como Ponce, El Juli, Morante y Manzanares.

De momento, dentro de una semana marchará a Madrid para comenzar la carrera de Filología Hispánica en la Universidad Complutense, estudios que compaginará con su ingreso en la Escuela Taurina de Arganda del Rey, propiedad de El Juli. Que la suerte la acompañe.

Perfil de Javier Marín.

Nacimiento: 15 de noviembre de 1992, en Cintruénigo (Navarra).

Estado civil: soltero, con compromiso.

Estudios: Comienza este año Filología Hispánica.

Primer becerro lidiado: en Tudela, en 2010.

Primer becerro estoqueado: en Villasequisilla (Toledo), el 17 de mayo de 2011.

Debut vestido de luces: 8 de septiembre de 2011, en Cintruénigo (Navarra).

Un torero: José María Manzanares.

Una ganadería: Núñez del Cuvillo.

Una plaza: la de Pamplona.

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