HERMOSO AUMENTA EN IRAPUATO SU MARCHA TRIUNFAL MEXICANA

El caballero navarro salió a hombros en Irapuato con sus compañeros de terna, David Silveti y Armillita.

El caballero navarro salió a hombros en Irapuato con sus compañeros de terna, David Silveti y Armillita.

Como en Tlaquepaque, le cortó las dos orejas del segundo de su lote, de la ganadería San Marín.

Ganado: Un toro de San Martín para rejones, cuarto, y seis de Begoña, el primero para rejones; el séptimo, un sobrero de regalo llamado Asertivo, fue indultado. El conjunto estuvo bien presentado y ofreció muy buen juego en general.

Toreros: Pablo Hermoso de Mendoza (silencio y dos orejas), Diego Silveti (división de opiniones, ovación y dos orejas y rabo simbólicos en el que regaló), y Fermín Espinosa “Armillita IV” (oreja y dos orejas).

Lugar y fecha: plaza de toros Revolución, en Irapuato, estado de Guanajuato (México). 21 de marzo.

Incidencias: Lleno. La terna salió a hombros.

Al igual que hizo en Tlaquepaque, Pablo Hermoso de Mendoza le cortó el sábado pasado las dos orejas al segundo de su lote, esta vez de San Martín, y logró salir a hombros, en la que fue su sexta puerta grande consecutiva en tierras mexicanas.

El triunfo lo pudo lograr ya frente al que abrió plaza, un buen toro que no se cansó de embestir durante los dos primeros tercios, pero el jinete falló a la hora de matar. Tras recibirlo con Chacmat, tordo que lo paró dibujando cada vez círculos menores, la fiesta llegó en banderillas, primero con Disparate, que dictó otra lección de toreo de costado e impresionó con sus hermosinas, y después con Viriato, que, con su toreo circular, se pasó al toro, una y otra vez, a milímetros de su piel. Ante un toro que ya había perdido su fuelle, la colocación de las cortas y un buen par a dos manos, montando a Pirata, hacían presagiar la consecución de un doble trofeo, pero el torero no acertó con el rejón letal hasta el tercer intento, lo que obligó al público a guardar respetuoso silencio.

No le ocurrió lo mismo frente al cuarto, ante el que logró el triunfo grande. El toro salió de chiqueros como un vendaval, con muchos pies, fuerza y aspereza en su embestir. Churumay se tuvo que se esforzar para atemperar su acometidas. El castigo, con dos de castigo, funcionó y permitió a Berlín mostrar su poderío en dos banderillas, ajustándose al máximo en su elegante galope. La magnífica faena continuó con Dalí, que aportó variedad, temeridad y elasticidad en otros dos palos, y puso los tendidos al rojo vivo. En el final del trasteo, Pirata se pegó otro arrimón, que posibilitó que su dueño se luciese con las cortas, un par a dos manos y un rejonazo de efectos fulminantes, que posibilitó la concesión de las dos orejas.

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