Pie de foto: De izda. a dcha., Javier Navarro, alcalde de Corella Isabel Virumbrales, moderadora del coloquio, Miguel Puente, del club taurino, José Luis Algora, titular de Partido de Resina, Pedro Bermejo, del club taurino, Antonio Cueva, presidente del club taurino Gracurris, el diestro Alberto Álvarez y Ramón Monreal, del club taurino. Fotografía: Alberto Jiménez.
El matador de toros zaragozano y el ganadero de Partido de Resina acapararon los premios taurinos de la pasada Feria de San Miguel.
El Salón de Plenos del Ayuntamiento de Corella se impregnó el pasado viernes de aroma taurino con la entrega de los trofeos de la pasada Feria de San Miguel, acto que estuvo presidido por el alcalde de la ciudad, José Javier Navarro, y por el presidente del Club Taurino Gracurris, José Antonio Cueva, en una estancia municipal llena de aficionados.
Precisamente fue Cueva el encargado de entregar el trofeo al triunfador de la feria a Álvarez, matador de toros zaragozano que se mostró muy agradecido por el reconocimiento. “Ocupo un puesto humilde en el escalafón, pero he alcanzado cotas que llenan mi vida, tanto como persona como matador de toros. De todos modos, sigo soñando con un gran triunfo, que relance mi trayectoria profesional”, reconoció el premiado.
El diestro de Ejea de los Caballeros se hizo acreedor de tal galardón por su actuación el pasado 27 de septiembre frente al tercer toro de Partido de Resina, al que le cortó la única oreja de la tarde.
El premio al toro más bravo recayó en Alpargata, cárdeno oscuro, número 28, de Partido de Resina, lidiado en segundo lugar ese mismo días por el espada Sánchez Vara, quien, tras estoquearlo, saludó desde el tercio. Para recoger este reconocimiento, se desplazó desde Sevilla el representante de la citada ganadería, de los antiguos pablorromeros, José Luis Algora, que hizo un repaso del estado actual de su vacada de bravo y reconoció el cariño que siente por Navarra.
Coloquio y reconocimiento
Tras la entrega de trofeos, se llevó a cabo un animado coloquio que estuvo moderado por Isabel Virumbrales, periodista riojana y colaboradora en este periódico.
Nabor Jiménez con la placa que le entregó el Club Taurino Gracurris de Corella. Fotografía: Alberto Jiménez.
La jornada concluyó con un cena de hermandad en el restaurante El Crucero, en la que, a los postres, y ante medio centenar de comensales, el Club Taurino Gracurris entregó una placa de agradecimiento a Nabor Jiménez Lázaro, gerente del citado establecimiento hostelero, por “su colaboración permanente y desinteresada” con esa entidad corellana.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX