Hermoso logró con ‘Viritato’ los mejores momentos de su faena.
Ante catorce mil personas, tuvo que pechar con el peor toro de la noche.
Ganado: Siete toros de Ernesto Gutiérrez, de muy buen juego salvo el séptimo y último, para rejones, muy complicado, y con uno, el sexto, que fue indultado.
Toreros: Sebastián Vargas (palmas tras aviso), Julián López “El Juli” (dos orejas), Manuel Jesús “El Cid” (ovación), Sebastián Castella (oreja), Andrés de los Ríos (silencio tras aviso), Alejandro Talavante (dos orejas simbólicas tras indulto) y Pablo Hermoso de Mendoza (oreja).
Lugar y fecha: plaza de toros Monumental de Manizales (Colombia). 9 de enero.
Incidencias: Lleno de “no hay billetes”. Tradicional festival nocturno en favor del Hospital Infantil Universitario de Manizales y en honor de la Virgen de la Macarena. El Juli y Talavante salieron a hombros.
Pablo Hermoso de Mendoza volvió a intervenir y a triunfar ayer en el tradicional festival en favor del Hospital Infantil Universitario de Manizales y en honor de la Virgen de la Macarena. Antes del paseíllo y sobre el ruedo, los toreros acompañaron en procesión a esta imagen, bajo la luz de catorce mil farolillos.
En lo meramente taurino, al caballero navarro, que cerró el festejo, le correspondió el garbanzo negro de un buen encierro de Ernesto Gutiérrez, el séptimo, un ejemplar muy complicado.
Espectacular imagen de la Virgen de la Macarena en el ruedo de Manizales.
De salida, lo enceló y paró con Napoleón, con giros muy templados en redondo. Después, el estellés castigó al cuatreño con sólo un rejón de castigo y se equivocó. Tenía que haber dejado un segundo. Por ello, el toro llegó áspero a banderillas, arrollando unas veces y desentendiéndose otras. En tales condiciones, Disparate se vio en aprietos en más de una ocasión, luchó ante el toro y consiguió dejarlo parado, más que templado. Esto le vino a bien a Viriato, que protagonizó los momentos más vistosos de la faena, con su toreo circular, dando el pecho y metiéndose en los terrenos del toro.
En el tercio final, Pirata se la tuvo que jugar también en cada embroque para la colocación de las cortas. El toro se pegó a tablas y fue el propio caballo quien lo sacó al tercio. En ese terreno, Hermoso acertó al primero intento con el rejón letal, lo que posibilitó la concesión de una oreja, permio a la entrega del maestro navarro.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX