
Guillermo Hermoso de Mendoza en un lance del partido benéfico de fútbol sala celebrado en el pabellón Anaitasuna, en el que compartió cancha con futbolistas, pelotaris y ciclistas. El partido fue un éxito, pues se recaudaron casi 6.000 euros para el Banco de Alimentos.
El joven rejoneador estellés realiza en una entrevista un repaso a su trayectoria en los ruedos y destaca, entre todas, dos tardes muy especiales: las de San Sebastián y Nimes.
‘La idea es tomar la alternativa al principio de la temporada. Puede ser precipitado por lo poco que he toreado como novillero pero el escalafón de rejoneadores está así. Cada vez es más difícil encontrar novillos para mis novilladas y hemos pensado que lo mejor es dar el salto al toro. Tomaré la alternativa con 50 festejos en mi haber aproximadamente’, adelanta Guillermo Hermoso de Mendoza en una entrevista publicada en ‘Aplausos’.
Preguntado sobre cómo ha vivido la temporada de 2018, su primera campaña completa, el joven estellés responde lo siguiente: ‘Apenas había toreado. En Estella, en Francia y en México había toreado puntualmente, pero, en efecto, esta ha sido mi primera temporada real. Empecé en enero en México y la terminé en octubre en Zafra. Mi padre me vio preparado y por eso dimos el paso para 2018. Ha sido muy importante’.
-¿Qué tardes han marcado positivamente su campaña?
-Ha habido dos días claves para mí. Por lo que sentí y por lo especial que fue todo me quedo con el mano a mano con mi padre en San Sebastián. La otra corrida es la mañana de Nimes. Era mi debut en una plaza de primera categoría y cortar un rabo a un novillo de El Capea era inimaginable para mí. Son dos tardes que recordaré siempre.
-¿Qué tarde ha sido la más complicada?
-En Bilbao y en Málaga no salí con buena sensación de la plaza por haber matado mal a los toros. (…) Salamanca fue otra tarde difícil. Sentí que no me encontré a mí mismo. Son tardes duras, que también forman parte del toreo. Aquel día no me embistieron los novillos y no me encontré a gusto en ningún momento.
-¿Cómo es la relación padre-hijo en el ruedo?
-Cada uno va un poco a lo suyo. Tanto él como yo queremos dar lo mejor de nosotros. Competimos en trofeos. Mi padre me da consejos, me ayuda, pero no deja de haber una rivalidad bonita entre los dos.
-El resto de la familia, ¿qué tal lo lleva?
-Mi madre es a la que menos gracia le hacía al principio. Después de lo que ha sufrido con mi padre… Me siento muy apoyado por mi familia.
-¿Comparten la misma cuadra?
-Pasamos muchas horas montados a caballo. No las cuento. Son muchos ratos entregado a lo que más me llena. Mi padre me ayuda en todo. Es él quien me enseña a poner los caballos. Con él he aprendido a montar, a torear, a entrenar con el toro manso…
-¿Comparten la misma cuadra?
-Contamos con unos 27 caballos que están toreando. Tenemos organizadas dos cuadras por si coincidimos toreando en la misma fecha en plazas distintas. Si toreamos juntos, también llevamos dos cuadras separadas pero hay cuatro caballos que son comodines y que, en función de cómo vaya la tarde, los saca uno u otro.
-Si tuviera que quedarse con el caballo que mejor le entiende, sería…
-Un caballo clave para mí es Disparate. Es el que tiene la experiencia, me enseña muchísimo porque soluciona la papeleta con el toro malo y también con el bueno. Es el que mayor confianza me transmite. Con él he conseguido la mayoría de los triunfos.
Extracto de la entrevista publicada en la edición de ‘Aplausos’ de esta semana.