Fue padrino de la ceremonia su padre, que se fue de vacío, aunque entre el calor de una afición, que volvió a entregársele. Fotografías: pablohermoso.net.
Ganado: Tres toros de Los Encinos (primero, quinto y séptimo), cuatro de Santa Fe del Campo (tercero, cuarto, sexto y octavo) y uno de Bernaldo de Quriós (segundo). Primero, noble sin fuerza; segundo, obediente y fijo, con galope; tercero, bueno y repetitivo, fue premiado con arrastre lento; cuarto, muy mal lidiado por las cuadrillas; quinto, obediente y poco emotivo; sexto, pegó arreones; séptimo, bueno y repetitivo; y octavo, echó la cara arriba.
Toreros: Pablo Hermoso de Mendoza (palmas en ambos); Arturo Saldívar (oreja y silencio tras aviso), José María Hermosillo (silencio tras dos avisos y silencio); y Guillermo Hermoso de Mendoza, que confirmó alternativa (división de opiniones tras aviso y oreja).
Lugar y fecha: Plaza México, en México Distrito Federal. 16 de febrero.
Incidencias: Media plaza. Última corrida de la Temporada Grande. Estupendo clima con algo de viento. Larguísima tarde, llena de contrastes. Se guardó un minuto de silencio en memoria de Manolo el de los sombreros. Guillermo Hermoso de Mendoza confirmó la alternativa con el toro Confirmado, número 32, de 517 kilos y de Los Encinos.
Emotiva resultó la ceremonia de confirmación de alternativa de Guillermo Hermoso de Mendoza a cargo de su padre. El joven rejoneador navarro salió muy dispuesto desde el principio, con arrogancia. Paró al toro con templanza y pausa, y después la faena subió de decibelios y tomó conexión con el público. Con Índico arriesgó Guillermo, con el toro más vivo, dejando buenas banderillas de notable ejecución. Con Donatelli buscó el efectismo en las preparaciones, templando después con la grupa como si de una muleta se tratara. Con Pirata, un clásico del último tercio de la familia, clavó tres cortas perfectas y un par a dos manos. Pinchó el joven rejoneador, que tuvo que descabellar, perdiendo los trofeos.
Salió con pies el séptimo, de Los Encinos, un toro bravo, de buena condición, que humilló y tuvo acometividad. El toro ideal para Guillermo Hermoso de Mendoza, que extrajo toda su rabia contenida en una faena vibrante. Con Disparate firmó lo mejor de su faena, llegando mucho al animal, invadiendo sus terrenos y realizando la hermosina de manera inverosímil. Dejó las rosas a lomos de Pirata, caballo con el que mató de manera efectiva, pudiendo cortar una oreja.
Hermoso de Mendoza disfrutó y se sintió a gusto toreando al segundo de la tarde, que tuvo buena condición. El temple y la suavidad fueron las bases de la faena del estellés. Todo fluyó sin violencia alguna, con ritmo. En el toreo a dos pistas supo adecuarse al compás del toro. Con Dalí hubo momentos de mucho ajuste. Con Esencial, caballo de mucha expresión y valiente, dejó las cortas antes de matar de manera desigual.
La faena de Hermoso de Mendoza al quinto estuvo condicionada por la falta de entrega del toro. Todo lo tuvo que poner el navarro, muy por encima del animal, al que lidió a la perfección, mostrándose muy por encima de sus condiciones. Labor pulcra y muy meritoria, para paladares exquisitos. Mató al segundo intento y a pesar de la petición, todo quedó en una ovación.
Fue el tercero un toro bravo y con transmisión de Santa Fe del Campo, que tomó con celo las telas que manejó con gobierno Arturo Saldívar. Solida su faena, a la altura de un toro bravo. Bajó la mano para someter la embestida, que llevó larga y profunda. La figura encajada siempre y muy asentado sobre los talones. Hubo conjunción entre ambos. En el momento justo en el que el toro se vino abajo, cogió el acero para hundirlo en todo lo alto.
El sexto, que tuvo poder y romana, derribó hasta en dos ocasiones a los montados y provocó momentos de incertidumbre en un desordenado tercio de varas. De mansa condición, apretó en banderillas hacia los adentros. Saludaron en tal tercio Fernando García y Jorge Luna, que se la jugaron. En la muleta, aunque tardo, cuando embistió el toro lo hizo con transmisión. Arturo Saldívar lo sometió con la mano muy baja, ligó series y en cuanto se sintió podido, cantó la gallina y buscó tablas. La torrencial y locuna embestida, ahora en el tercio, se encontró con la poderosa muleta de Saldívar. Faena de enorme conexión. En las postrimerías, curiosamente cuando más mansebaba el animal, se desató la petición de indulto, que no fue atendida.
José María Hermosillo recibió al cuarto con largas cambiadas en el tercio. Fue un toro bravo y con celo, aunque venido a menos cuando el torero se sobrepuso a su acometividad. Tuvo Hermosilla que bregar también con el fuerte viento. Faena de planta asentada, de tragar por muchos momentos una embestida adormilada. Labor medida, mal rematada con la espada.
El último, de Santa Fe del Campo, fue otro toro bien presentado al que José María Hermosillo toreó con variedad con el capote. Apretó en banderillas y cogió a Cristian Sánchez a la salida de un par. Se vino muy a menos el toro en la muleta, que desarrolló feo estilo. Hermosillo volvió a mostrar firmeza de planta y ganas, pero la falta de oponente le impidió redondear el triunfo.
Crónica publicada en Aplausos.es
La salida de la Plaza México en esta ocasión no fue por la puerta grande para los Hermoso de Mendoza, pero podemos decir que pocas salidas a hombros han tenido la emoción del abandono del Coso de Insurgentes esta noche de ambos rejoneadores.
La furgoneta se iba abriendo camino por los interiores de la plaza, entre el público que iba abandonando sus localidades. En un momento dado la furgoneta se vio rodeada por aficionados que vitoreaban a los toreros y que trataban de hacerse fotos u obtener autógrafos de sus ídolos. En un momento dado, Pablo decidió bajarse de la furgoneta y agradecer el apoyo y la pasión de los aficionados con un poco de cercanía, tanto suya, como de su vástago. Ambos descendieron de la furgoneta y se adentraron entre la muchedumbre para que esta se hiciera fotos, los abrazaran, los “apapacharan” y disfrutasen de esa cercanía de la que siempre ha hecho gala Hermoso de Mendoza.
El propio Pablo comentaba posteriormente, que no recordaba ninguna salida a hombros tan emocionante como esta salida a pie.