Le cortó las dos orejas al segundo de su lote, quinto de la tarde, un toro de Hermanos Sánchez Herrero. Fotografías: pablohermoso.net
Ganado: Toros de Hermanos Sánchez Herrero, bien presentados y de juego desigual. Marcaron las querencias del encierro y apretaron por dentro; mejores los de la segunda parte del festejo.
Rejoneadores: Leonardo Hernández (saludos y palmas tras aviso), Guillermo Hermoso de Mendoza (silencio y dos orejas) y Adrián Venegas (saludos y vuelta al ruedo).
Lugar y fecha: Plaza de toros de Cuéllar (Segovia). 30 de agosto de 2022.
Incidencias: Dos tercios de plaza. Tercera de abono. El caballero navarro salió a hombros en solitario.
La estructura de la corrida de rejones de Cuéllar es un tanto complicada para que los toros den el juego necesario para el toreo a caballo. El largo encierro matinal, que alcanza los siete kilómetros desde que los toros se sueltan en campo abierto y los jinetes los van acercando al recorrido por la ciudad donde ya son corridos a pie hasta la plaza de toros, y el posterior y reglamentario arreglo de los pitones, supone para los toros un esfuerzo muy alto dentro como decimos, del mismo día del festejo.
Pese a ello, la tercera de abono de la feria de Cuéllar pudo ser triunfal si no hubiera sido por la maldición del rejón de muerte. Ni siquiera el quinto, al que Guillermo Hermoso de Mendoza mató de un certero rejón en todo lo alto, cayó sin la necesidad del descabello. Una tarde de ocho o diez orejas que se redujo a la puerta grande de Guillermo, quien cuajó una faena importante a lomos de Disparate, una dupla triunfal. Leonardo también estuvo importante con el cuarto y el joven Adrián Venegas mostró que tiene cualidades para dar espectáculo en el circuito de rejones.
El segundo de Sánchez Herrero tuvo sus teclas, apretaba por dentro y se aquerenció en chiqueros. Cuando Guillermo Hermoso de Mendoza lo sacó llegaron los mejores momentos de su actuación. El rejón de muerte, de nuevo, condicionó el premio final.
Guillermo Hermoso templó la embestida toreando a dos pistas perfecto a lomos de Disparate. La tarde remontaba. El cierre con tres rosas y un par a dos manos con ajuste y gran colocación redondeó una actuación, esta vez sí, bien rematada con el rejón de muerte. Como la tarde está como está, el toro se amorcilló y precisó de un golpe certero de descabello que el público celebró como un triunfo. Le pidieron las dos orejas que fueron concedidas.
Emocionante lidia del tercero de Sánchez Herrero. Adrián Venegas es un rejoneador joven y, a pesar de que está dando sus primeros pasos, tiene claro su concepto: compromiso y espectáculo. El toro apretó de lo lindo, sobre todo en su querencia del chiquero y puso en algún compromiso al extremeño que incluso descabalgó en una caída espectacular, afortunadamente sin consecuencias para el caballo ni para Venegas. Las batidas tuvieron ajuste a lomos de Colacao, su caballo estrella, y el público se entregó. Fue difícil de colocar para entrar a matar y, aunque el rejón de muerte cayó arriba, necesitó del descabello. Aun así, el público le ovacionó.
El sexto se emplazó en los medios y puso cara su lidia. Adrián Venegas volvió a dar lo mejor de sí mismo en pos del espectáculo. En contacto directo con el público, el jienense llega al respetable. El rejón de muerte no funcionó como le suele funcionar esta temporada. Una tarde de triunfo grande se quedó en una cariñosa vuelta al ruedo.
Leonardo Hernández abrió la tarde con una faena emocionante que tuvo en los quiebros Sol el cenit de la faena. Tres banderillas cortas al violín con Xarope pusieron la guinda pero se puso complicado en la suerte suprema y el rejón de muerte se llevó el premio.
Leonardo cuajó al cuarto. Faena de entrega y pasión que calentó a un tendido que se enfrió en la primera parte del espectáculo. Con Calimocho en banderillas y después con un extraordinario par a dos manos a lomos de Enamorado, puso la balanza a su favor. Pero la tarde tiene la cruz con el rejón de muerte. Palmas tras aviso.