Testigos presenciales aseguran que el toreo del pamplonés tuvo mucho aroma morantista.
Lo hizo a finales de julio en San Adrián, frente a un novillo navarro de Hermanas Azcona, de Olite. El quite dejó maravillados a los aficionados. Pues bien, la volvió a liar ayer en Fitero, con otro quite ante el tercero de Lumbreras, llamado Capitán, un novillo extraordinario, de procedencia Santa Coloma (el resto de la novillada tuvo origen Núñez). Expósito lo saludó con dos verónicas, la media y una revolera, que provocaron una cerrada ovación del público; toreo del caro que, para muchos, desparramó puro aroma morantista. Casi nada.