La asociación Fitoro celebró el día del socio, que contó con un amplio respaldo de la localidad. Reportaje fotográfico: Alberto Aerizalde.
Fitero olió a toro el sábado pasado por sus cuatro costados. La asociación Fitoro celebró el día del socio, que comenzó a las doce del mediodía con una trashumancia “urbana” por el Paseo de San Raimundo y la calle Calatrava. Tras una comida de hermandad, en la que se dieron cita numerosos socios y amigos de esta entidad, todos ellos disfrutaron de un café concierto que sirvió de prólogo a un intenso programa taurino.
Éste comenzó con toros de ruedas para los niños. Y continuó con una suelta de vacas y con el tentadero de dos becerras. La interesante jornada se cerró con la exhibición de un toro cerril, muy serio, llamado Frescanero y marcado con el número 8 y con el hierro navarro de Merino Gil, como todo el ganado bravo que pisó el ruedo fiterano, de una plaza que está celebrando su 125 aniversario.