Derechazo de Marco a una erala en la plaza de tientas.
Se las vio con dos eralas de Agustínez en una prueba compartida con el diestro Domingo López Chaves y el novillero Cristóbal Reyes.
El diestro navarro Francisco Marco, que ya ha toreado dos tardes de luces y cortado tres orejas –una en México y dos en Venezuela, continúa con su puesta a punto de cara a sus próximos compromisos. De este modo, se desplazó recientemente a tierras salmantinas para intervenir en un tentadero en San Muñoz, localidad donde se crían los toros de Agustínez, cuyo propietario, Ricardo Sánchez, mantiene dos encastes: uno de Villagodio y otro de Atanasio Fernández.
En el citado escenario, a lo largo de una mañana muy fría y con molestas rachas de viento, compartió tentadero con el matador de toros salmantino Domingo López Chaves y con el novillero jerezano Cristóbal Reyes.
Marco tentó dos eralas de muy distinta condición, pero que le permitieron disfrutar. La primera, violenta y complicada, resultó exigente, por lo que el espada estellés tuvo que tirar de técnica para dominarla. La segunda, por el contrario, fue brava, noble, de dulce embestida, lo que permitió que realizase una faena larga y variada, en la que se gustó en todo momento.
Fue un buen entrenamiento de cara al compromiso que tiene afrontar el próximo día 24 en la plaza venezolana de Achaguas, donde alternará con el rejoneador Francisco José Rodríguez y el diestro Manuel Medina “El Rubi” para lidiar un encierro de Los Marañones, ganadería de procedencia Santa Coloma.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX