FALLECE LIMEÑO, FIGURA DEL TOREO QUE SUMÓ 4 TARDES EN PAMPLONA

Limeño hace pocos años con la plaza de su Sanlúcar natal al fondo. Fotografía: Arjona.

Limeño hace pocos años con la plaza de su Sanlúcar natal al fondo. Fotografía: Arjona.

Este diestro gaditano logró abrir cuatro veces consecutivas la Puerta del Príncipe de Sevilla.

José Martínez Ahumada “Pepe Limeño” ha fallecido esta mañana, a los 79 años de edad, en su casa de Sanlúcar de Barrameda, su ciudad natal, tras una larga enfermedad que le fue minando su salud durante los últimos meses.

Hijo de un modesto novillero que se anunciaba como Chocolate y de una gran aficionada a los toros, nació en el matadero sanluqueño el 19 de septiembre de 1936. Debutó con picadores el 10 de agosto de 1952, en la plaza de su ciudad natal y con el nombre de Pepe Martínez. No fue hasta 1954 cuando adoptó el apodo de Pepe Limeño.

Sevilla, su plaza

Tomó la alternativa en Sevilla -plaza que vio sus mayores éxitos- el 29 de junio de 1960, con Ostos de padrino y Curro Romero de testigo. La confirmó en Madrid el 24 de mayo de 1962, con Diego Puerta de padrino ante toros de Pérez de San Fernando.

Limeño saliendo a hombros por la Puerta del Príncipe de la Maestranza de Sevilla.

Limeño saliendo a hombros por la Puerta del Príncipe de la Maestranza de Sevilla.

Su profesión estuvo marcada por la plaza de la capital andaluza. En ella, consiguió abrir cuatro veces consecutivas la Puerta del Príncipe (1968, dos en 1969 y 1970), tres de ellas con toros de Miura. Se retiró en 1971 y volvió a reaparecer hasta en dos ocasiones más. Dejó los ruedos definitivamente en 1980, con 44 años de edad. Se cortó la coleta en El Puerto de Santa María, el mismo día en el que dio la alternativa a su paisano Manuel Rodríguez “El Mangui”.

Hombre afable, nunca se separó del mundo de los toros. Fue empresario de la plaza de toros de El Puerto de Santa María los años 1987 y 1988 y hasta el final de su vida ejerció de veedor de la empresa de Simón Casas.

Sin trofeos en Pamplona

Limeño toreó en Pamplona cuatro tardes pero no consiguió trofeo alguno. Debutó el 23 de septiembre de 1962, como sustituto de César Girón y en una corrida que se organizó con motivo del Campeonato del Mundo de Pelota. Alternó con Fermín Murillo, que cortó una oreja, y Orteguita. Se lidiaron cinco toros de Pío Tabernero, mansos, reacios a tomar la muleta, y uno de Lisardo Sánchez, el único bravo. El gaditano tuvo que matar al primero por cogida de Murillo y recibió una ovación; frente al segundo, el silencio del público y, tras despachar al quinto, escuchó aplausos.

Estatuario de Limeño en la plaza de Sevilla.

Estatuario de Limeño en la plaza de Sevilla.

No regresó a la capital navarra hasta 1969, año en el que toreó dos tardes en San Fermín. La primera, el 7 de julio, frente a toros, justísimos de trapío y de fuerza de Antonio Martínez Elizondo. Alternó con Paquirri y Ángel Teruel, que cortaron sendas orejas. Se encargó del primero y del cuarto y, tras estoquearlos, fue aplaudido.

Seis días después se las vio con un encierro de José Luis Osborne, anovillado, indigno, sin fuerza ni cuajo, y noble. Se lució ante el primero y fue aplaudido; frente al cuarto, su actuación se saldó con el silencio del respetable.

Al año siguiente, el 12 de julio, rubricó su última actuación en Pamplona. Hizo el paseíllo con Miguelín, que fue abroncado, y con Andrés Vázquez, que cortó una oreja. Se lidiaron cinco toros de Miura y uno de Conde de la Maza, sustituto de un miureño que murió en el desencajonamiento. Puso ganas y trabajo toda la tarde. Falló con el descabello ante su primero y acabó escuchando pitos. Sin embargo, al quinto lo toreó por ambos pitones y, tras estoquearlo, logró dar una vuelta al ruedo, la única y última en la capital de Navarra.

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