Primer plano de Antonio Rojas.
Toreó un total de seis tardes en la Comunidad Foral, en las plazas de Pamplona, Estella, Tafalla y Cintruénigo.
El matador de toros Antonio Rojas, natural de Albacete, falleció el domingo pasado a los 76 años de edad como consecuencia de una larga enfermedad que lo había mantenido ingresado sus últimos días en el hospital de su ciudad. Nacido el 9 de enero de 1946, comenzó su andadura en las capeas de su tierra antes de vestir su primer traje de luces en 1965 en una becerrada en Albacete.
No debutó con picadores hasta el 25 de abril de 1968 en Casa Ibáñez (Albacete), donde cortó cuatro orejas y dos rabos. Se presentó en Las Ventas el 29 de junio de 1970; alternó con Joaquín García ‘Cazalla’ y José Nicasio Bartolomé ‘Colmenar’ en la lidia de ganado de Marqués de Villagodio.
Tomó la alternativa el 11 de septiembre de 1970, en Albacete, apadrinado por El Viti y con Ángel Teruel de testigo de la cesión; se corrió un encierro de Manuel Arranz. Toreó ese año seis corridas de toros.
Confirmó el doctorado en Las Ventas el 7 de abril de 1975, con un toro de Cobaleda, con Joaquín Bernadó como padrino y Raúl Sánchez de testigo.
La última vez que toreó, el 16 de septiembre de 1983, en la feria de su Albacete natal (su segunda tarde de la temporada), en presencia de José Antonio Campuzano y José Luis Vargas, resultó gravemente herido en la ingle derecha por un astado de la ganadería de Daniel Ruiz Yagüe.
Tras su retirada, la afición le hizo seguir vinculado al mundo de los toros, desarrollando su labor como director de la Escuela Taurina de Tarazona de la Mancha desde 1991. En 1998 llegó a la Escuela Taurina de Albacete, donde compartió la labor de profesor junto al entonces titular, Sebastián Cortés, y permaneció con esta tarea formativa hasta su jubilación. Descanse en paz.
Discreto en Navarra
Antonio Rojas hizo media docena de paseíllos en Navarra. El primero, en Pamplona, el 2 de junio de 1968, cuando todavía era novillero con picadores. Esa tarde se lidiaron seis utreros de José María Moreno Yagüe, que formaron una soberana novillada. Se encargó del tercero y del sexto, y cobró una oreja.
Cinco años después, el 22 de abril de 1973, actuó de testigo en la alternativa de Bartolomé Sánchez ‘Simón’, que le fue concedida por Curro Girón. Se lidiaron cinco toros de Juan Morales y un sustituto de Cembrano Hermanos; éste tuvo un excelente comportamiento y los primeros fueron irregulares de bravura aunque ninguno se cayó. Esa tarde, puso mucha voluntad y fue aplaudido tras estoquear a los dos de su lote. Fue su última actuación en Pamplona y, por tanto, nunca llegó a torear en San Fermín.
Ese mismo año, el 5 de agosto, toreó en Estella y lidió toros de Isaías y Tulio Vázquez, mansos sin dificultades. Realizó dos buenas faenas pero falló al matar y por ello se fue de vacío.
Catorce días después, el 19 de agosto, hizo el paseíllo en Tafalla, en una tarde en la que Manolo de los Reyes le cortó las dos orejas al sexto. Se lidiaron seis toros de la ganadería Marqués de Bayamo, mansos y peligrosos en general. Como en Estella, se le vio con ganas de agradar, con sitio y con arte. Le cortó una oreja a su primero y no pudo redondear su actuación frente al quinto.
Al año siguiente, sólo toreó una tarde en Navarra. Lo hizo el 8 de septiembre en Cintruénigo. Se lidiaron seis toros de Abdón Alonso, desiguales de presencia, sin casta, que cumplieron, aunque acusaron poca raza, y se dejaron hacer. Hizo dos faenas muy similares, toreando despegado. Le cortó una oreja a su primero y saludó desde el tercio tras acabar con el quinto de la tarde.
Tras esta actuación, no regresó a Navarra hasta 1978, año en el que, el 15 de agosto, en Tafalla, protagonizó su última tarde en la Comunidad Foral. Se lidiaron seis toros de Javier Pallarés (antes Guardiola Soto), bien presentados, aunque algo desiguales, que no resultaron fáciles, aunque tampoco presentaron grandes problemas. El veterano torero de Albacete se limitó a salir del paso sin esforzarse. Sus dos faenas recibieron el silencio del público. Pasó sin pena ni gloria y no volvió a torear en esta tierra.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX