Invitado por su peña de Santoña, tentó en tierras palentinas dos eralas de Concepción Quijano.
El matador de toros navarro Francisco Marco volvió a torear el sábado pasado, volvió a disfrutar con las sensaciones del toreo en la finca palentina El Pisón, donde se cría el ganado bravo de Concepción Quijano. El espada estellés, que se retiró de los ruedos en 2016, tentó dos buenas eralas del citado hierro, dos vacas, bravas en el peto, que embistieron con nobleza y clase.
Invitado por la Peña Taurina Francisco Marco, el navarro toreó ante medio centenar de socios, en una jornada que comenzó con el almuerzo de rigor. Después, en el amplio ruedo de la plaza tientas, recibió a sus dos vacas con un ramillete de verónicas, de muy buen corte. Ya con la muleta, se encontró con una materia prima que fue de menos a más y así fueron las dos faenas que realizó. Toreó reposado, con gusto por ambos pitones, con variedad de muletazos: naturales, derechazos, toreo en redondo….
Después de algo más de dos años sin torear en serio, Marco se fue sintiendo cada vez más a gusto en la cara de las eralas y recuperó sensaciones del toreo. La materia prima se vino arriba y él, también. Aunque sintió asimismo que el tiempo no había pasado en balde, sobre todo en ese tacto de los muletazos que tenía antes y que le hizo recordar la dureza, lo complicado de esta profesión.
Terminado el tentadero, torero y aficionados cántabros recorrieron la finca y pudieron contemplar los astados. Por último, tras una comida de hermandad en la propia finca, se soltaron vacas para los aficionados, que pusieron fin a la jornada campera.
Respecto a esta ganadería, Concepción Quijano y Jesús Caminero comenzó un proyecto ganadero en2010. Jesús se independizó de su hermano y de su padre Simón –toda una institución taurina en Castilla y León- y se instaló en la finca El Pisón. Para empezar, compraron vacas de origen Domecq vía Los Chospes y Sonia González (hija del maestro Dámaso) y años después, gracias a la amistad con la Casa Matilla, adquirieron vacas y un semental de Hermanos García Jiménez. En la actualidad cuentan con unas ochenta vacas y con un semental con el hierro de la casa.