EL MALAGUEÑO SALVADOR VEGA INUNDA DE TOREO LA FERIA DE TUDELA

Salvador Vega sale a hombros en Tudela. Fotografía: Blanca Aldanondo.

Salvador Vega sale a hombros en Tudela. Fotografía: Blanca Aldanondo.

El diestro de Manilva cortó las dos orejas del quinto; El Fandi consiguió una y Fandiño, con el peor lote, se fue de vacío.

Ganado: Seis toros de Cayetano Muñoz, correctos de presentación aunque desiguales, bajo y chico el tercero, y deslucidos en conjunto, salvo el primero, que atesoró nobleza y clase, y el quinto, que tuvo un buen pitón derecho.

Diestros: David Fandila “El Fandi” (oreja y silencio). Salvador Vega (silencio y dos orejas) e Iván Fandiño (silencio en ambos).

Presidencia: A cargo de Luis Casado, asesorado por Ana Isabel Perera y Francisco Javier Garijo, cumplió correctamente, sin problemas, su cometido.

Incidencias: Media plaza. Tarde soleada y muy calurosa. En la enfermería, sin novedad. Las peñas se arrojaron entre sí media bodega de tinto.

Dicen que no hay quinto malo. Y no es cierto, porque sí los hay. Pero ayer, en la capital ribera, se cumplió el dicho.  Aunque el primero atesoró más clase por ambos pitones. Fueron los dos toros, los únicos que salvaron la tarde. El resto resultó deslucido, por soso, por peligroso, por desrazado… por diversos motivos.

A ese quinto, llamado Potrero, que derribó espectacularmente a caballo y jinete, lo cuajó Vega con la muleta de prinicpio a fin, sobre todo por el pitón derecho, que fue el bueno del cuatreño. El malagueño lo toreó con limpiez y temple, con mando, seguro de lo que hacía. Su mayor virtud fue dejarle la muleta puesta para ligar los derechazos y el toreo en redondo, en el que logró en alguna ocsión bajar la mano y barrer la arena.

Por el izquierdo, el trasteo bajó de tono. Por ese pitón, el toro no tuvo mucha calidad y los naturales se sucedieron pero de uno en uno. Tras unos estatuarios, el de Manilva se tiró a matar y dejó una estocada, pelín desprendida, que prologó la concesión de las dos orejas.

Ante su primero, sin clase alguna y con rácana embestida, se inventó una faena que no tenía la materia prima. Estuvo por encima del toro, al que le fue robando muletazos muy cercano a tablas. Pero mató de media muy tendida, el toro tardó en doblar y las posibilidades de premio se esfumaron completamente.

Entrega granadina

David Fandila, por su parte, tuvo el toro más completo, el mejor de la tarde, el que abrió plaza, un castaño llamado Colombiano. Lo recibió con mecidas verónicas y con alguna vistosa chicuelina. En banderillas -cuatro pares-, estuvo bien pero no llegó a enfandilar. Y con la muleta, realizó una buena faena, sin más; fueron dos series de derechazos limpios, otras dos de naturales fáciles, circulares, invertidos, pases por alto rodilla en tierra y molinetes. Lo mató  de un estoconazo y cobró una justa oreja.

Su segundo se cargó toda posibilidad de triunfo del granadino. Fue un toro soso, que tragó en el engaño y que se acabó enseguida. Nada que hacer ante él.

Vizcaíno sin suerte

Fandiño careció de fortuna. Toda la que tuvo en Pamplona, le faltó en la capital ribera. Le corespondió el peor lote de la tarde.

Su primero, un negro chico, fue todo un prenda, muy complicado. Sólo le pudo realizar un trasteo de castigo. Ahora bien, debió matarlo mejor, muchísimo mejor. Y el jabonero sexto, que recibió de lo lindo en varas, acusó el castigo en el último tercio, al que llegó agotado. Estuvo a punto de ser apuntillado en la arena. Lo levantaron y Fandiño lo mató con la estocada de la tarde y tal vez de la feria.

This entry was posted in Actualidad, Temporada taurina en Navarra 2014 and tagged , , , , , , . Bookmark the permalink.

Comments are closed.