En la pasada temporada tres de sus erales fueron premiados con la póstuma vuelta al ruedo.
El ganadero navarro José Antonio Baigorri, propietario de Ganadería de Pincha, ya tiene diseñada la próxima temporada, en la que dará un importante paso cuantitativo, ya que lidiará dieciocho utreros y veinte erales; es decir, tres novilladas picadas de seis ejemplares y cuatro sin picar de cuatro astados.
“La camada para el año que viene se compone de veintidós utreros y una cifra similar de erales, todos ellos marcados con el hierro de Ganadería de Pincha. Además, igual que en años anteriores, estaremos presentes en unos veinticinco pueblos con reses marcadas con el hierro de El Tolco, el que utilizo para los festejos populares”, explicó el criador de bravo.
Respecto a la temporada que ha dejado atrás, Baigorri la calificó de muy positiva. “Estoy muy satisfecho, sobre todo por la regularidad que ha mostrado mi ganado en todos los festejos. Además, tres novillos fueron premiados con la vuelta al ruedo: uno en Cenicero y dos en Autol. En este sentido y en relación a esa regularidad, han desempeñado un papel decisivo los sementales nuevos”, explicó el lodosano.
Tienta con aroma navideño
José Antonio Baigorri realizó el domingo pasado estas declaraciones, tras un tentadero matinal protagonizado por el novillero pamplonés Francisco Expósito, el matador de toros soriano Rubén Sanz y el picador riojano Ramitos.
Todos ellos se las vieron con tres eralas, dos de El Tolco y una, la tercera, de Ganadería de Pincha, que resultó la mejor, magnífica, por su nobleza, fijeza, transmisión y duración.
Al novillero pamplonés le correspondió la segunda, que, tras cumplir en el peto, se desplazó con la cara alta, sin humillar demasiado. Sin embargo, el novillero pamplonés, muy seguro, a base de tesón, le enseñó a embestir, la metió en su muleta y acabó disfrutando ante ella con su toreo de pellizco característico.