Los socios del taurino pamplonés con los toreros en la plaza de tientas de Macua.
Bajo la dirección de lidia de Francisco Marco, Alejandro Bonel y El Luri, alumnos de la Escuela Taurina de Narra, lidiaron cinco eralas de la tierra.
El Club Taurino de Pamplona celebró el domingo pasado una capea en la finca raguesa de Jesús Macua. Tras el almuerzo de rigor, medio centenar de socios de la entidad pamplonesa disfrutó en la plaza de tientas de La Serna con el toreo de los dos más jóvenes promesas del toreo, ambas alumnas de la Escuela Taurina de Navarra.
Bajo la dirección de lidia del matador de toros estellés Francisco Marco, Alejandro Bonel y Juan José Luri “El Luri”, de 14 y 13 años, y de Pamplona y San Adrián respectivamente, se las vieron con cinco eralas de Herederos de Ángel Macua, ganado de la tierra que, con la complicaciones de su procedencia, se dejaron a torear.
Bonel y El Luri sorprendieron a los aficionados pamploneses por su valentía y por sus buenas maneras, como también lo hizo el aragonés Juan Torres. El buen toreo presenciado y la Feria del Toro de Pamplona centraron las conversaciones durante la comida de hermandad que puso fin a esta jornada campera en Larraga.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX