ARTÍCULO DE OPINIÓN. JOSÉ TOMÁS: ARTE Y VALOR, EMOCIONANTE VERDAD

José Tomás, único e irrepetible.

No vi en directo a Joselito y Belmonte. Tampoco a Manolete. Pero sí a él. En varias ocasiones. Y me siento afortunado. Es el equilibrio perfecto de arte y valor. Un equilibrio que puede denominarse pureza. Su toreo engloba cadencia, temple, ritmo, elegancia, plasticidad, quietud. Arte, en definitiva, pues el toro se pliega a su engaño, cargado de verdad. Arte y valor. Valentía a raudales. Pisa terrenos a los que ningún otro diestro ha llegado. Al menos, en la última era moderna del toreo. Terreno que linda con la muerte, o que coquetea con ella. Sería un orgullo para él morir en las astas de un toro. Estoy convencido de ello. Pero no busca la muerte. Nada de eso. Ama la vida. Quiere vivir para seguir toreando. Sólo para eso. “Vivir sin torear no es vivir” aseguró una vez. Añorado romanticismo. Lejano a ese insaciable materialismo que ha originado la crisis, la de valores, madre de la de billetes. Genio torero en el ruedo, y fuera de él. Persona. Comprometida. Generosa. Humilde. Cataluña. Donaciones. Ayuda al necesitado. Nada de cámaras. De luces, se engrandece. Se emociona y emociona. Hace recordar que el toreo es expresión artística única, pues la muerte está siempre presente. Siempre acecha. Sin ella, la tauromaquia no pasaría de juego estético. Gracias, Tomás. Gracias, José. Contigo, la fiesta de los toros rejuvenece, vuelve a interesar. Cierra bocas además, y la impregna de pasión y emoción. Sin ti, su futuro se antoja incierto, cargado de nubes negras. No te vayas jamás. Simplemente torea, no dejes de torear, despacio, como sólo tú sabes, y mantén tu misterio, tu inteligencia, única, como tu toreo.