Vacas de Ustárroz con las Bardenas Reales de fondo. Fotografía: Garzaron.
Debido a la situación de crisis, se ha reducido el censo de reses entre un 15% y un 20%, y algunas vacadas de bravo de Navarra han desaparecido.
Difícil entender un pueblo de Navarra sin vacas durante sus fiestas patronales. Sobre todo en la Ribera y la Zona Media. Las plazas de muchas de estas localidades se convierten durante estos días de verano en el escenario idóneo para recortadores que buscan mostrar su destreza y habilidad, al tiempo que los aficionados disfrutan con las ganaderías bravas. En la Comunidad Foral, según explica el ganadero Miguel Reta, existen cerca de 60 explotaciones ganaderas, de las que 48 se dedican a los festejos populares. Debido a la situación de crisis, Reta señala que se ha reducido el censo de ganado entre un 15% y un 20%, y que algunas explotaciones han desaparecido.
Esto es debido a que la mayoría de los ayuntamientos han tenido que recortar el gasto en vacas, pese a la oposición de los vecinos. Cada consistorio ha tomado distintas opciones. Algunos han optado por menos horas de vaquillas en la plaza y en la calle para ahorrar más dinero, mientras que hay localidades, como Cascante, que no han modificado el presupuesto. En las fiestas no sólo participan ganaderías navarras; algunos pueblos, aunque en menor medida, cuentan con la presencia de explotaciones procedentes de Aragón, la Rioja y el País Vasco. “Antes de la crisis, algunas localidades contrataban ganaderías procedentes de Valencia, Castellón o Cataluña”, afirmó Reta.
Por su parte, El presidente de la Asociación de Ganaderos de Navarra, Víctor Arriazu señala que en las ochenta localidades participan todo tipo de reses bravas como vacas, becerros, novillos, toros y capones en función de lo que cada pueblo solicite para sus festejos.
Información de María F. Novoa Jaso para Diario de Navarra.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX