El astado salta al callejón y abre la puerta del golpe tras lanzar a un joven al patio de caballos. Fotografía: Aitor Arenaza.
El astado saltó la barrera al callejón empujando al recortador y regresó al ruedo; en la arena arremetió contra un espectador, que fue rescatado por uno de los mozos que participaba en la suelta.
El susto de la jornada de ayer, la penúltima de las fiestas, llegó en la suelta de vaquillas de la mañana, cuando una vaca de la ganadería navarra Herederos de Ángel Macua, de Larraga, saltó la barrera de la plaza durante la celebración del espectáculo taurino popular. No hubo heridos de gravedad, pero sí varias contusiones que atendieron los sanitarios de la DYA, que supervisaban el acto.
El astado responsable del revuelo, el segundo del espectáculo, perseguía a uno de los recortadores, Zuhaitz Roleta Pagadizabal, que huía del animal hacia la barrera. “Pensaba que llegaba con espacio, pero se me ha echado encima”, relató el joven de 19 años tras recuperarse del golpe que le causó la vaca al empujarle hacia arriba del vallado y lanzarle por encima de la contrabarrera que da al patio de caballos.
“Cuando me he levantado de la caída no sabía dónde estaba, creía que me había empujado al callejón”, detalló el mozo que solo sufrió un pequeño rasguño.
En ese momento, se vivieron auténticos momentos de pánico ya que el callejón estaba lleno de público. Pero el suceso no fue a mayores en ese escenario gracias a que la vaca abrió la puerta de acceso al ruedo al golpearse con ella en el salto y regresó por ella a la arena. Sin embargo, la suerte no fue tanta para uno de los espectadores.
La vaca embistiendo y levantando a Marcos Echavarría. Fotografía: Aitor Arenaza.
El vecino de Estella, Marcos Echavarría fue embestido por el astado. Le golpeó y le levantó con bravura hasta que uno de los participantes en el concurso de recortes, Julen Inchausti Artola, de 24 años y natural de Villabona (Guipúzcoa), agarró al animalpor el cuello, evitando una posible tragedia que terminó sólo con un buen número de contusiones.
“No se debe sujetar a la vaca así, pero no encontraba otra manera de pararla y temía que pudiese ocurrirle algo grave”, relató tras ser atendido por los servicios sanitarios. “Al soltarle la vaca se ha caído sobre mi rodilla, me he hecho daño pero solo es un golpe”.
Una actuación valiente que fue reconocida con el premio que el Club Taurino Estellés entrega todos los días al mejor recorte.
Información de Susana Esparza para Diario de Navarra.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX