Paseíllo de la primera corrida de toros de la pasada Feria de Santa Ana, con Rivera Ordóñez, Savlador Vega y Daniel Luque.
Logró la mayor asistencia a una corrida (3.303) y la mejor entrada de los últimos 5 años con un festejo de vacas (4.100).
La última feria taurina de Tudela logró las mejores cifras de asistencia de los últimos cinco años. El mayor tirón lo tuvieron dos festejos. Uno fue la primera corrida de toros, con Paquirri, Salvador Vega y Daniel Luque, que registró la mayor entrada en un festejo de este tipo desde 2011 con 3.303 asistentes (la segunda fue otra corrida en 2014 con 2.864 personas). El otro festejo fue una exhibición de bravura de vacas de la ganadería de Arriazu al que acudieron 4.100 espectadores convirtiéndose en la tarde con más público desde hace 5 años.
La feria se completó con un concurso de recortes (2.840 personas), otra corrida de toros (1.873) y una novillada (1.863). En total, en 2015 se vendieron 13.979 entradas, frente a las 11.948 de 2014.
Así lo reflejan los datos que ha aportado la empresa Torosanda, que ha gestionado la feria los últimos cinco años, al ayuntamiento, que ahora ha decidido retirar las subvenciones a las corridas y apostar por los festejos populares.
El nuevo pliego, que aprobará la semana que viene, propone 6 encierros y sueltas de vaquillas posteriores, así como otras dos más por la tarde -todas gratuitas-, y dos espectáculos sin muerte como concursos de recortadores, exhibiciones de vacas o Gran Prix.
Por todo ello, el ayuntamiento está dispuesto a pagar 48.000 euros y deja la puerta abierta a que el empresario organice corridas las dos tardes que quedan libres, pero sin ninguna subvención. Las razones que esgrime el equipo de gobierno de I-E, PSN y Tudela Puede son evitar el maltrato animal y destinar el dinero a otras prioridades.
El factor del precio
Sin embargo, en los datos que ha facilitado Torosanda hay que tener en cuenta un factor que también resulta clave. Y no es otro que el precio de las entradas para cada espectáculo. Asistir a una corrida de toros el año pasado costaba entre 28 y 122 euros para el público en general (había precios especiales para desempleados, 15 euros; y jóvenes con la ropa típica de fiestas, a 10 euros), mientras que el precio para el concurso de recortadores fue mucho menor, de entre 15 y 25 euros (aparte de descuentos especiales). Lo mismo ocurrió con la exhibición de bravura de vacas de la ganadería de Arriazu, que costó de 12 a 20 euros.
También hay que tener en cuenta que estos años ha habido mayor oferta de corridas que de festejos populares, y muchos optaban por elegir sólo una de las primeras ante la imposibilidad de poder acudir a todas por su coste.
Haciendo un balance de los últimos cinco años, a las 18 corridas, novilladas y rejones que se han celebrado en este periodo han acudido 39.789 espectadores, mientras que los 6 espectáculos sin muerte (concursos de recortadores o exhibiciones de vacas) lograron reunir a 18.695. Estas cifras dan una media que arroja mayor asistencia a los festejos populares (3.115 personas), frente a las corridas, que se quedan en 2.210.
Menos abonos y más entradas
Llaman la atención los datos de abonos, que sólo incluyen los festejos con muerte. En 2011 se vendieron 682 generales y 394 de peñas (con un descuento muy importante), mientras que el año pasado fueron 456 y 197, respectivamente, aunque aumentaron las entradas sueltas. También hay cifras estimadas de asistentes al encierro y vaquillas posteriores, aunque no son comparables con los anteriores porque son gratuitos.
Información de Jesús Manrique para Diario de Navarra.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX