El matador de toros Víctor Janeiro, hermano de Jesulín de Ubrique, se fue de vacío por fallar al matar.
Ganado: Cuatro erales de Ventorrillo-Camponuevo -primero y tercero con el hierro de El Soto, del mismo propietario-, bien presentados, nobles, dóciles, muy toreables en conjunto, con un tercero aplaudido en el arrastre.
Toreros: Víctor Janeiro (silencio tras aviso en ambos) y Javier Marín (oreja en ambos).
Presidencia: A cargo de Juan Linde, asesorado por el veterinario Pedro Oteiza y por José María Díaz, mal. Sacó el pañuelo verde ordenando la devolución del primero, que cojeaba, pero nunca regresó a los corrales. La empresa, contraria a la devolución argumentó que el novillo sólo estaba acalambrado. En cualquier caso, mal, o por rectificar o por no imponerse como máxima autoridad del festejo.
Incidencias: Algo más de dos tercios de plaza. Tarde nublada y fresca, con algún chaparrón de fina lluvia. Janeiro toreó por primera vez en Navarra. Francisco Expósito, que ejerció de sobresaliente, no llegó a torear.
La lluvia no pudo ayer con la celebración de un festival sin picadores que resultó entretenido y en el que un novillero navarro se impuso a un matador de toros mediático, al hermano del célebre Jesulín de Ubrique.
Respecto a la materia prima, la calidad de los erales permitió presencia cuatro faenas largas, templadas y variadas, construidas por ambos pitones y desigualmente rematadas con el estoque. Aquí estuvo la diferencia principal, la que hizo que uno de los actuantes saliese a hombros y el otro, a pie.
Marín dominó a su dócil primero de principio a fin. Toreó muy seguro de sí mismo por naturales, derechazos y en redondo, en una faena en la que intercaló cambiados por detrás, circulares invertidos y algunas filigranas más. Mató de una casi entera y cobró una justa oreja.
Al buen cuarto le realizó otrafaena larga, de buen corte, terminada con un pinchazo y una estoconazo hasta la bola. Nuevo trofeo.
Janeiro, por su parte, dibujó dos faenas muy largas, finas, casi a cámara lenta la segunda ante un eral de mucha calidad, pero se le atragantaron los aceros. Una pena.