Sobre el novillero madrileño, de raíces navarras, ha recaído el XIX Piquillo de Oro
El jurado del XIX Piquillo de Oro al triunfador de la Feria de Lodosa, que concede el ayuntamiento, decidió ayer que este galardón recayera en Antonio Catalán “Toñete”, que el pasado 31 de julio, en la que fue su segunda novillada con picadores, consiguió dos orejas de un noble lote de utreros de Ganadería de Pincha.
El joven madrileño, de raíces corellanas, realizó dos buenas faenas a otros tantos novillos del citado hierro lodosano y, además, utilizó con acierto los aceros; a su primero lo mató de una estocada hasta la bola y al tercero de la tarde, de una casi entera.
Respecto al novillo más bravo de la feria, la peña Lodosa por el Toro acordó que debía recaer en el utrero llamado Fundidor, número 91, castaño, de Ganadería de Pincha, lidiado ese 31 de julio en cuarto lugar por el vallisoletano Darío Domínguez, a quien se le premió con las dos orejas del bravo novillo.
Fundidor acudió en tres ocasiones al caballo y en ellas recibió duro castigo en forma de varias varas. Pese a ello, en el último tercio, que afrontó con la boca cerrada, derrochó clase y no se cansó de embestir, siempre en los medios; un novillo que, si hubiese sido lidiado en Francia, habría sido merecedor de indulto.