Toñete, en la Plaza México, en pleno arrimón ante uno de los de su lote.
El novillero madrileño de raíces navarras dejó destellos pero no anduvo fino con los aceros. Fotografías: Tadeo Alcina.
Ganado: Seis utreros de Caparica, bien presentados y de buen juego en conjunto. El peor, el lidiado en tercer lugar.
Novilleros: Patricio Ochoa (palmas y silencio tras aviso en el que mató por Castellanos), Luis Manuel Castellanos (herido), Toñete (silencio y silencio tras dos avisos) y Marcos (silencio en su lote).
Lugar y fecha: Plaza Monumental de México. 15 de octubre de 2017.
Incidencias: Algo más de 2.000 espectadores. Frío, aire y ligera lluvia. Novena novillada de la temporada y cuarta con picadores Al entrar a matar, Castellanos sufrió una cornada en la cara interna del muslo derecho, con dos trayectorias: una de 10 y otra de 20 centímetros; tras ser estabilizado en la enfermería, fue trasladado al Hospital Mocel para ser intervenido quirúrgicamente. Un hombre de avanzada edad se lanzó al ruedo durante la lidia del sexto y tuvo que ser llevado a la enfermería al sufrir un duro golpe.
Antonio Catalán “Toñete” dibujó los mejores muletazos de la tarde en el astado que salió en quinto lugar, segundo de su lote al que accedió tras una faena de valor al primero que le tocó en suerte, un novillo con muchas teclas que llegó a voltearlo (Aplausos.es).
El portal ‘Contacto hoy’ publica lo siguiente en relación a Catalán: “Toñete, con el tercero, malo, estuvo muy decidido, pero regular con la espada. Obtuvo palmas y el derecho de matar al quinto, al que realizó la faena mejor estructurada de la tarde. Mal con el acero. Dos avisos y silencio”.
‘Toros y faenas’, portal mexicano, ha publicado esta información: “La falta de experiencia de los novilleros que actuaron en la Plaza México fue evidente y el encierro de Caparica que se lidió se fue íntegro al destazadero, en una tarde que comenzó soleada pero que terminó lluviosa. El ganado, bien presentado, dio juego desigual aunque en general, con toreros de mayor bagaje, quizá hubiera lucido más. (…) Los novilleros españoles, además de lidiar sus respectivos bureles, enfrentaron los dos últimos bureles que lidiarían los toreros más destacados. El balance artístico de los españoles fue el siguiente: Toñete, silencio y pitos tras dos avisos; Marcos, silencio en su lote”.
‘Altoroméxico’: “Los mejores muletazos de la tarde los cuajó el hispano Antonio Catalán ‘Toñete’ ante el segundo que lidió, tras ser designado para enfrentar al quinto. Hubo trazos por ambos pitones con sabor y gusto, aunque sin redondear, acusando quizá la falta de contacto con el ganado mexicano para que la faena terminara por ser de altos vuelos. El ejemplar tuvo clase y un buen son, como varios de sus hermanos, pero a la postre su lidia terminó con pitos para el novillero al ponerse sumamente fallón con la espada y escuchar un par de avisos desde el biombo de la autoridad. Su primero fue en realidad el único que resultó complicado, pues pronto desarrolló sentido y tenía guasa, llegando incluso a prenderlo. Toñete tiró de valor, lo cual gustó a la afición”.
‘Toros en el mundo’: “Toñete, que produce esperanzas en España por ser un sólido prospecto, aquí ni un suspiro dejó. (…) Toñete ha enfrentado al tercero del festejo, manso que desarrolló genio. Y es evidente que no se puede llegar a México, bajarse del avión y salir a torear. No es la misma embestida del novillo español al que habita en México, sobre todo, porque están acostumbrado al encaste Parladé, vía el desencaste Domecq, y aunque salgan tan mansos como los de allá, el Saltillo tiene otro comportamiento. No pudo dominarlo, se ha quedado en el intento con todo y la evidente disposición mostrada, ya que le faltó entendimiento lidiador para concretar algo que convenciera. Dos pinchazos, uno de ellos, haciendo feamente por él, luego vendría la estocada caída. Silencio. (…)
Así que salió el quinto, de nombre, Cochi, un manso de embestidas cortas y borregunas. La faena de Toñete, fue con base en cuartitos de pase, no daba dimensión al ovejuno caminar de Cochi. Suponemos que ante esto, deben estar alarmados los ganaderos al tener tanta mansedumbre en su vacada. Después de varias series que no denotaron ni demostraron que Toñete es uno de los prometedores novilleros españoles, decidió poner punto final con una estocada contraria que hizo guardia, luego dejó otra trasera y caída, y vinieron los descabello, 12… ¡sí!, ¡12! han sido con dos avisos. El buenazo de Jorjazo le ha perdonado el tercer aviso. Pitos”.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX