Natural del navarro Javier Marín a una de las vacas alfareñas.
Organizado por el Club Hípico La Cañada Bardenas, las lidiaron Marín, Herrero, Barrio, Chover y el rejoneador Pérez Langa.
Bajo una mañana soleada y espléndida para el toreo, la plaza de toros de Tudela sirvió de escenario el domingo pasado para un tentadero de nueve vacas alfareñas de Nino Martínez, que fueron lidiadas por los matadores de toros segovianos Javier Herrero y Víctor Barrio, los novilleros Jesús Chovert y Javier Marín, y por el rejoneador Mario Pérez Langa.
Las vacas, todas utreras y con serias caras, de procedencia atanasio, se dejaron hacer en general, resultaron manejables aunque algunas acusaron falta de fuerza. Fueron picadas por Daniel Navalón “Lucerito” y López Calderón, que cumplieron con profesionalidad su labor sobre el caballo.
Las utreras tercera, sexta y novena, tras pelear en el peto, fueron lidiadas por el rejoneador Mario Pérez Langa, que mostró buenas maneras y demostró que no ha perdido el tiempo en la finca de Pablo Hermoso de Mendoza.
Respecto al toreo a pie, Herrero toreó con solvencia a las que le cayeron en suerte, sobre todo a la primera, un ejemplar noblón, de buena condición. Asimismo, toreó con buenas maneras Víctor Barrio, pese a que la primera vaca que le correspondió terminó en tablas. El valenciano Jesús Chovert, por su parte, estuvo entregado toda la mañana y se lució con los rehiletes.
La más grata novedad de la tienta vino dada por el buen hacer del navarro Javier Marín, ante todas las vacas que pudo salir a torear. El joven de Cintruénigo ejecutó un toreo de calidad por derechazos y naturales, y reflejó que está cada vez más preparado para afrontar una nueva etapa como novillero con los del castoreño.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX