TARDE ABURRIDA Y SIN TROFEOS POR UNA CORRIDA IMPOSIBLE DE ESCOLAR

Desplante de Rubén Pinar, que siempre quiso agradar. Fotografía: J. C. Cordovilla.

Únicamente el sexto se dejó torear algo por el pitón derecho; el resto, nada de nada. Fotografías: J. C. Cordovilla.

Ganado: Seis toros de José Escolar, de impresionante estampa, algunos fuera del tipo de su encaste por su exagerada alzada. Corrida dura, con las complicaciones propias de su falta de entrega. El sexto, que aunque duró poco embistió con profundidad por el pitón izquierdo, fue el único con ciertas opciones.

Toreros: Joselito Adame (silencio en ambos), Rubén Pinar (saludos tras petición y silencio) y Javier Cortés (silencio tras aviso y silencio).

Presidencia: A cargo de Cecilia Ulzurrun, asesorada por Ignacio Ganuza y el veterinario David Navarro, cumplió correctamente su cometido.

Incidencias: Quinta de abono. Lleno habitual. Tarde soleada y calurosa.

La tarde es otro mundo en Pamplona, alejados ya de la marabunta y el gentío del encierro pero en la que no se pierde el ensordecedor estruendo del Sol que en ocasiones pesa. Otras nos perdemos entre sus clásicos, pero esta vez no fue. Desconectamos de ellos porque el corazón nos iba a otro ritmo. Pronto empezó a bombearnos a mil. Joselito Ademe, de blanco y oro, se las vio con un primero distraído, que no se entregó nunca y que fue muy andarín en la muleta. Al público le brindó la faena con la que debutaba en Pamplona, que no adquirió solidez pero en la que se justificó. Embistió con demasiada rectitud el toro, se orientaba mucho y siempre con la cara alta. Fue un imposible y abrevió. Estocada, descabello y silencio. Ni un pase tuvo el cuarto, uno Escolar de esos complicados, ásperos y que te devoran cuando llegan a la altura de las telas. Se desplazaba pero sin un mínimo de entrega. Trató de lidiarlo, aunque la mejor opción fue aligerar con la espada. Estocada honda, descabello y de nuevo silencio.

Un mundo les hizo pasar a los banderilleros el segundo, a los que esperó una barbaridad. Rubén Pinar, de blanco y plata, cobró una faena en la que no cesó en buscarle las vueltas al toro con recursos. Obra de mucho oficio en la que tiró de raza, en la búsqueda de ecuación compleja. En los primeros compases embistió desconfiado, algo orientado y con una muy embestida incómoda en la que se jugaba los muslos. Reponía mucho y se revolvía en el momento que le retiraba la muleta de la cara. Luego terminó parándose. Con la estocada anduvo hábil y el toro rodó. La petición no fue suficiente. Un calvario fue ponerse delante del quinto, al que Pinar recibió con una larga cambiada. Complicado le fue meterlo en los vuelos, ni del capote primero ni en los de la muleta después. Un martirio. Una odisea espantosa en un clima de jolgorio que tampoco ayudaba. Mal tragó pasó el diestro de Albacete que no volvió la cara. Con media estocada tardó en doblar, y entre medias, alcanzó a Candelas.

Una enorme cornamenta traía el tercero, desafiante salió de chiqueros e imponente su presentación. Era de esos toracos que solo con la fachada renueve hasta en los infiernos. Qué seriedad. La pena que embistió sin clase, y cuando llegaba a los vuelos de la muleta era incomodísimo. Tenía un cabeceo molesto y en ocasiones metía el pitón contrario. Se desplazaba medio viaje. Imposible tirar de él. Al natural, no había llegado a los vuelos que ya lanzaba puñales. La labor de Cortés, de blanco y oro, fue impecable. No le volvió la cara. Terminó con media tendida. Silencio. Al sexto lo pasaportó cuando el reloj marcaba las dos horas justas de festejo. Fue algo más dulce que el resto del encierro, noblete pero le faltó ese punto de chispa y entrega. Pasaba cuando Cortés le ponía la muleta en la cara. Estuvo firme y serio. Como la tarde, que llegar al final vivos ya era un milagro. Mató de estocada y seis descabellos. Silencio. Arrastrado el ya, descansamos. Ahora sí, volvimos al conectar con las peñas.

Información de Jesús Rubio, publicada en Diario de Navarra.

This entry was posted in Actualidad and tagged , , , , , , , , , . Bookmark the permalink.

Comments are closed.