SALVADOR VEGA, PREMIO A LA MEJOR FAENA DE LA FERIA DE TUDELA

Salvador Vega salió a hombros en Tudela tras cortar las dos orejas del quinto de Cayetano Muñoz. Fotografía: Blanca Aldanondo.

Salvador Vega salió a hombros en Tudela tras cortar las dos orejas del quinto de Cayetano Muñoz. Fotografía: Blanca Aldanondo.

El jurado ha distinguido a Víctor Nieto, de la cuadrilla de Vega, como mejor subalterno, ha dejado desierto el premio al mejor toro y ha hecho una mención especial al banderillero tafallés Pablo Simón.

El matador de toros Salvador Vega se ha hecho con el premio a la mejor faena de la feria de Tudela en la duodécima edición de los trofeos taurinos Ciudad de Tudela. El malagueño se hizo acreedor de este premio por su actuación ante el quinto toro, de nombre Potrero y de la ganadería de Cayetano Muñoz, en la corrida de toros del día 26.

El premio al mejor toro de la feria fue declarado desierto, ya que el jurado consideró que no hubo ninguno que reuniese las características necesarias.

Por otro lado, el premio al mejor subalterno recayó en Víctor Nieto, de la cuadrilla de Salvador Vega, por la brega frente al segundo toro y la ejecución de las banderillas en el quinto de la corrida del día 26.

Así se anunció en la última jornada de los coloquios taurinos, celebrada ayer en el hotel Tudela Bardenas, y que contó con la presencia de Ana Laura de Diego como moderadora; y con los invitados Pablo Martínez Sangüesa, presidente de la corrida del día 27; Manuel Ángel Millares, empresario de la plaza; y Roberto Armendáriz, rejoneador.

A pesar de que la novillada del día 25 y la corrida de rejones no entraron en el concurso, se quiso hacer una mención especial al subalterno Pablo Simón, de la cuadrilla del novillero Javier Marín.

En los coloquios también se habló de la actuación de los toros de Manuel Ángel Millares en la corrida del día 27 y de las decisiones que tuvo que tomar el presidente de la plaza, Pablo Martínez. Según explicó el ganadero, el problema de su comportamiento pudo deberse a una bajada de azúcar. “El nivel de azúcar rondaba los 0.31, y lo normal es llegar a 1. Por lo tanto estaban en un estado absolutamente lamentable. Además, un factor determinante fue que se habían estado montando unos toros a otros esa noche, e incluso por la mañana”, explicó.

Información de Begoña Goitiandía para Diario de Navarra.

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