Armendáriz quiebra con Ranchero al sexto toro en Zaragoza.
El rejoneador navarro analiza la tarde de su puerta grande en la Feria de El Pilar.
“Este triunfo me da sobre todo moral y fuerza de cara a los profesionales y a los empresarios. Sirve para que la gente confíe en mí y para que me den el sitio que merezco”. Son las palabras del rejoneador Roberto Armendáriz después de que el domingo abriera la puerta grande del coso de la Misericordia de Zaragoza, donde cortó dos orejas y dio una vuelta al ruedo.
En una entrevista a Mundotoro, el jinete navarro se mostró pletórico con la que ya es su segunda puerta grande de la temporada en una plaza de primera, unida a la de Pamplona en San Fermín: “Espero que este triunfo me sirva y tenga su recompensa. Espero que la gente que lo haya visto le de la importancia que tiene. Este año he toreado en dos plazas de primera, Pamplona y Zaragoza y en las dos he salido en hombros. Este triunfo tiene que valer y servirá”.
“Ha sido mi última tarde de la temporada -continúa el jinete- e imagínate que ganas y qué ilusión tengo para empezar la próxima. Ser capaz de abrir la puerta grande de Zaragoza en El Pilar es un revulsivo muy importante que me hacía falta”.
El rejoneador habla de la tarde: “Disfruté mucho con mis dos faenas, fueron diferentes entre sí. La primera tuvo más transmisión por mi parte pero la pena fue que pinché y la segunda tuvo más calidad y fue más redonda, también por el remate del rejón de muerte”.
De sus caballos del domingo, destaca especialmente a dos: “Fue importante la actuación de Zamorino y Ranchero, con esa pasada sin banderilla haciendo un quiebro al toro con mucho riesgo”. Roberto Armendáriz espera ascender de posición de cara a 2013: “Me gustaría entrar en ese circuito de las grandes ferias y sobre todo crecer como torero”.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX