RIVERA ORDÓÑEZ, SU ÚLTIMA ACTUACIÓN EN NAVARRA, EN LA PLAZA DE TAFALLA

Rivera Ordóñez , el pasado 19 de agosto en Tafalla, donde fue muy requerido antes de hacer el paseíllo

El diestro ha realizado 32 paseíllos en Navarra, en dieciocho temporadas. En esas tardes, estoqueó 63 toros, a los que les logró cortar 25 orejas y ningún rabo, y consiguió ocho salidas a hombros.

Rivera Ordóñez ha dicho adiós a los ruedos en una temporada en la que toreó dos tardes en Navarra; concretamente, en las plazas de Tudela y de Tafalla, en las que logró cortar sendas orejas. Si nada cambia, la tarde del 19 de agosto en Tafalla será recordada como la última de este diestro en Navarra. Tarde en la que, vestido de tabaco y oro, logró cortar una oreja al segundo de su lote, quinto de Hermanos Sampedro, al que le realizó una faenita de buen corte, entonada. Rozó la puerta grande, pues tuvo petición de la segunda, aunque el palco, con buen criterio, no la concedió.

Con esta actuación, atrás quedaban 32 paseíllos en Navarra como matador de toros, en dieciocho temporadas o desde 1995, año de su alternativa. En esas 32 tardes, estoqueó 63 toros, a los que les logró cortar 25 orejas y ningún rabo, y consiguió ocho salidas a hombros. Todas estas cifras las rubricó en seis plazas de nuestra tierra, en las de Pamplona (12 paseíllos), Tudela (7), Corella (5), Tafalla (3), Estella (3) y Fitero (2).

Estas cifras se redondean con dos actuaciones en su etapa de novillero, en Pamplona y en Tafalla, ambas en 1994 y saldadas con una oreja en cada una de ellas.

Este nieto de Antonio Ordóñez logró su mayor triunfo en Navarra el 13 de julio en 1998, en el coso pamplonés, tarde recordada asimismo porque tuvo que torear durante gran parte de ella con pantalones vaqueros cortos, después de que su primero, en una cogida, le destrozase la taleguilla. De esa guisa, ante el toro Voceado, un magnífico ejemplar de Marqués de Domecq, lidiado en quinto lugar, puso la plaza al rojo vivo con una faena por ambos lados, repleta de toreo sereno y ligado, que culminó con una estocada hasta la bola. Dos orejas y salida triunfal por la puerta grande. Esa mañana, como antaño lo hicieron su padre y su abuelo, corrió el encierro acompañado por Imanol Reta, entonces presidente de la peña Oberena. Y es que siempre siguió la estela de su abuelo, también en Pamplona, pero nunca alcanzó el indiscutible renombre del maestro Antonio Ordóñez.

This entry was posted in Actualidad and tagged , , , , , , , . Bookmark the permalink.

Comments are closed.