REYES Y DE LA PUEBLA CORTAN SENDAS OREJAS EN LA NOVILLADA DE TUDELA

Dramática cogida de Kevin de Luis por el segundo.

Kevin de Luis fue cogido dramáticamente por el segundo;  puro milagro salió ileso y pudo acabar con ese novillo. Fotografías: Jesús Caso.

Ganado: Seis utreros de Prieto de la Cal, bien presentados pero deslucidos, salvo el quinto, bravo en el caballo, que se dejó hacer en la muleta y fue aplaudido en el arrastre.

Novilleros: Jesús Gómez ‘El Roque’ (silencio), Kevin de Luis (saludos desde el tercio), Rafael Reyes (oreja), Rocío Romero (silencio), Fernández de la Puebla (oreja) y Carlos Gil ‘Riberita de Codo’ (silencio).

Presidencia: A cargo de Carlos Lasheras, asesorado por Curro Lamana y el veterinario Juan Ramón Yunta, pasó desapercibida.

Incidencias: Primera de feria. Más de media plaza. Tarde agradable con molestas rachas huracanadas de viento.

Juntar novilleros ya aburridos y otros de poca experiencia o sitio, frente a los novillos de Prieto de la Cal, no dio el resultado que hubieran deseado los aficionados que se desplazaron a la Chata de Griseras en mayor número del esperado. Los festejos de seis novilleros suelen dilatarse mucho, pues cada uno pretende exprimir a su res. La condición de los novillos allanó el paisaje: la novillada no pasó de las dos horas.

En el quinto novillo se vio lo mejor del festejo. Un jabonero que de tan claro era albahío, puso ritmo a la tarde en los primeros tercios. Cumplió en el peto y se arrancó pronto en banderillas. Fernández de la Puebla, que ya pasó por Navarra en su etapa sin caballos, brindó el novillo al matador José Ruiz Muñoz, sobrino nieto de Curro Romero, que acompañaba al novillero en el callejón.

Las ganas del novillero cigarrero se fueron imponiendo al utrero onubense, que empezó a perder fijeza y a hacer conato de rajarse. Mediada la tercera tanda, la banda se había arrancado por churumbelerías y el público caló rápido que iba a ser el mejor momento de la tarde. Fernández de la Puebla supo aportar lo que el novillo iba dejando de dar y lo culminó con una gran estocada. El novillero de la Puebla del Río, la tierra de Morante, cortó una oreja inapelable.

El casillero de trofeos había sido abierto por Rafael Reyes. El novillero cordobés, que hace pocos días sacaba a hombros a Andrés Roca Rey en Pamplona, sorteó un novillo que se dejaba hacer. Ni humillaba, ni tenía buen tranco, pero pasaba por la muleta. Reyes lo brindó a su compañera cordobesa Rocío Romero y le cortó una oreja tras una estocada desprendida.

Antes había abierto el festejo Jesús Gómez ‘El Roque’. Novillero de muchos años de andadura, demostró estar ya aburrido de su condición. Su faena duró un suspiro, que se agradece, y su presencia queda en el debe de los organizadores.

Kevin de Luis se llevó una fuerte voltereta al recibir de capa al segundo y fue un milagro que saliera indemne del atropello por el de Prieto de la Cal. El novillo agudizó su sentido por el pitón derecho y el novillero contusionado no pasó de voluntarioso.

Rocío Romero estuvo mal, aunque le correspondió el peor utrero del encierro. La novillera no está para estas lides. Se libró de una fuerte bronca porque el público de Tudela es pura sororidad.

El corazón pedía una cosa a Riberita de Codo y las piernas otra. El novillero maño pasó un mal trago frente al último de la tarde.

Crónica de Mariano Pascal, publicada en diariodenavarra.es

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