Reconoce que ha toreado menos de lo que estaba acostumbrado y que por tanto le ha tocado reflexionar sobre su carrera y su toreo.
En una entrevista publicada en Aplausos, asume errores que asegura haber superado, al igual que sus fallos con el rejón de muerte, algo que le ha llegado a bloquear algunas tardes, según revela. Rejoneador preparado y maduro, Armendáriz sostiene que tardes como las de Torrejón o Roa de Duero han dado crédito a una campaña que ha marcado un punto de inflexión en su carrera y en sí mismo.
–¿Qué resumen hace de su temporada?
-He toreado trece tardes y ocho festivales, unos números raros para mí ya que estaba acostumbrado a torear más. A la vez, creo que ha sido un año importante porque me ha servido para pensar y corregir errores que he podido cometer en el pasado y que ahora los he superado.
–¿A qué errores se refiere?
-A ninguno concreto y a muchos a la vez. Me considero un rejoneador y una persona con la suficiente madurez como para no conformarme con nada y pensar siempre en crecer. Este año he pensado mucho, al no torear tanto he tenido que reflexionar por dentro y superar aspectos de mi tauromaquia que yo creía que dominaba y a lo mejor no era verdad. Entiendo que he toreado menos porque en el pasado me he podido relajar más de lo que yo pensaba y tienen que pasar estas cosas para reaccionar y dar un empujón a mi carrera.
–¿Se relajó?
-Yo creo que nunca me relajé pero los hechos indican lo contrario, por lo tanto de nada sirve lamentarse. Hay que mirar hacia adelante y continuar con más fuerza que nunca. El final de un mal capítulo no significa el final de una historia sino un continuará. Además este año he notado dos bajas importantes de caballos que eran claves en mi cuadra como Grano de Oro y Corazón; he tenido que sacar caballos nuevos que en ocasiones no me han dado esa seguridad que hay que tener para triunfar.
-Sin embargo, observando su temporada, Roberto Armendáriz ha respondido en La plaza y ahí están las tres orejas de Torrejón, las dos de Tudela, las de Roa de Duero o las de Villarrubia de Santiago.
-Es verdad que mi profesionalidad y mi entrega ha sido absoluta pero sé que puedo dar mucho más de sí. Soy un luchador y no me quiero estancar. Otro factor negativo de la temporada ha sido el rejón de muerte que me llegó a bloquear algunas tardes, no lo veía por ningún lado e incluso en la segunda mitad de la temporada hubo tardes que mediada la faena empezaba a pensar en la hora de matar y me venía abajo psicológicamente. Llegó a ser una losa mental que me ha atormentado muchos días. De no ser por eso, la temporada hubiera sido muy brillante porque al torear cada vez me veo mejor y además creo que he cuajado faenas de mucha calidad.
–¿Cuáles han sido las mejores?
-La mejor tarde del año fue la de Roa de Duero y eso que también fallé con el rejón de muerte. Soy un torero que no priorizo las plazas, me guío por lo que siento delante del toro y doy el máximo de mi tanto en una plaza de mucha repercusión como en una plaza de chapa. Pero soy muy exigente conmigo mismo y no me puedo engañar. Que haya habido tardes de triunfo no empaña que la temporada ha estado ensombrecida por el rejón de muerte.
–¿Lo tiene superado?
-Creo que sí, en ello estoy. Lo estoy trabajando psicológicamente pero te confirmaré que lo he superado cuando maté el primer toro por derecho la próxima temporada.
-Un año más volvió a estar en San Fermín.
-También fallé con el rejón de muerte. El segundo toro fue complicado y con el primero hice cosas buenas pero no acerté a matarlo bien. He toreado seis veces ya en Pamplona y en cuatro he salido a hombros, imagino que volveré en 2017.
-Me hablaba antes de las bajas en la cuadra. ¿En qué ha condicionado eso su temporada?
-En que he tenido que tirar de caballos que no estaban del todo rodados. Por ejemplo, en Pamplona saqué a Farruco, un hijo de Gallo, que este próximo año va a ser un caballo importante; En Roa lo bordó, es un caballo muy dominador, muy lujoso, con un sitio imponente delante de los toros. Tengo a Diamante, que tiene muy buena expresión y va hacer cosas importantes pero que este año ha toreado casi sin domar, igual que otros como Capea o Siroco que van a ser caballos importantes.