PRIMER ENCIERRO DE PERALTA: RÁPIDO Y LIMPIO, EN MENOS DE TRES MINUTOS

Caída de un mozo de Pamplona en un encierro con muchos corredores. Fotografía: Galdona.

Los utreros de Navalrosal protagonizaron una carrera que se saldó con dos heridos leves.

El primer encierro de las fiestas de Peralta no defraudó. Los novillos toros de la ganadería de Navalrosal abandonaron los corrales cuando el reloj marcó las nueve en punto. La manada encaró junta el primer tramo del recorrido aunque en la calle mayor los astados cayeron varias veces al suelo. Al parecer, el suelo estaba mojado debido al paso, minutos antes, de la máquina de la limpieza. Óscar Berruezo, uno de los pastores, explicaba cómo los animales se resbalaban. «Se han caído tres novillos y, después, los bueyes encima de ellos. Se han resbalado varias veces hasta que la manada ha llegado a la carretera», señaló.

A la altura del reloj, en la residencia de ancianos San Miguel, la manada se separó, marchándose un astado por el lado izquierdo y otro por el derecho. El resto de los novillos circularon por el centro de la calzada, junto a los bueyes. «Pese a que dos animales han ido por los laterales, no iban buscando a la gente ni intentando embestirles», señaló Miguel Caballero, otro de los pastores.

Los astados llegaron al coso peraltés antes de que el cronómetro marcara los tres minutos. La duración final del encierro fue mayor ya que los dos bueyes de cola entraron a la plaza minuto y medio después. El primer encierro de las fiestas, al ser domingo, fue bastante multitudinario, aunque la afluencia de corredores no impidió que se pudieran ver bonitas carreras. «Ha sido un buen encierro, en el que los corredores han podido disfrutar», añadió Caballero.

El encierro se saldó con dos heridos leves. Los miembros de la DYA atendieron a M.A.P, de 19 años y de Pamplona. El joven presentaba un varetazo en la espalda y erosiones múltiples tras haber sido empujado por un novillo y, al caer, propinarse un fuerte golpe contra el vallado. El otro atendido fue F.S.G, también de Pamplona, que presentaba una herida abierta en el codo derecho y erosiones en las rodillas. Ambos se fueron caminando por su propio pie.

Los encierros de novillos de este año en Peralta presentan una novedad y es que los corrales ahora están casi a la altura del puente, lo que alarga el recorrido.

Texto: Sheyla Muñoz.

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