Pepe Moral con la figura de San Fermín y el pañuelo rojo que le impuso el presidente del taurino pamplonés, Juan Ignacio Ganuza, a la derecha. Fotografía: Miguel Monreal.
El matador de toros sevillano rememoró en el Club Taurino de Pamplona su debut en la Feria del Toro y explicó cómo se presenta la temporada actual.
El diestro sevillano Pepe Moral volvió a triunfar en Pamplona. Lo hizo el jueves pasado, en la sede del club taurino, donde colgó el cartel de “no hay billetes”, rememoró la temporada pasada y explicó cómo iba a afrontar la actual. “Navarra es mi segunda tierra. Desde mi etapa de novillero conservo grandes amigos aquí. Por tanto, es un honor estar hoy en Pamplona, en un club tan prestigioso como éste”, indicó el torero.
De hecho, siempre ha guardado muchos lazos de afecto con esta tierra. Por ejemplo, el 4 de septiembre de 2005, un día inolvidable para él, estuvo muy relacionado con Navarra. Por la mañana, indultó un novillo del navarro Santafé Martón en la plaza de Bayona y por la tarde debutó con picadores en la plaza de Peralta.
Después llegaron numerosas actuaciones en las plazas como las de Peralta, Sangüesa y Lodosa, donde ganó el Piquillo de Oro. Pero la más importante, sin duda, fue la del año pasado en Pamplona, una tarde que guarda bien en su memoria. “Fui contratado para el 12 de julio como sustituto de Juan Mora. Me enteré de este hecho unas pocas horas antes de la cita, por lo que no tuve tiempo ni de pasar miedo. La pamplonesa es una de las ferias más importantes. Y el triunfo que logré supuso para mí un rayo de luz. Además me llevé el trofeo Ciudadela a los mejores naturales del ciclo. ¡Qué más puedo pedir!”, recordó.
Fuera de esta tierra, la tarde más decisiva la vivió el año pasado en la suya, en la Maestranza de Sevilla, donde cortó las dos orejas a un sobrero de Conde de la Maza y salió a hombros. “Llegué después haber pasado dos años en blanco y con sólo nueve corridas en mi haber. Había pasado momentos muy malos. Incluso me tuve que ir a Perú a buscarme la vida. Pero todo salió bien y abrí la puerta grande. Sin ese triunfo, no habría llegado a torear en Pamplona. Y cuando lo hice aquí, ese mismo 12 de julio, me salió la corrida de Madrid, para el 15 de agosto”, explicó el de Los Palacios.
Concluyó el año pasado con seis corridas de toros y dos festivales, en una temporada que definió como “corta pero muy intensa”. De cara a la actual, ya tiene cerradas una tarde en Madrid y dos en Sevilla. Y, tras el triunfo de la pasada temporada, también volverá a torear en Pamplona. Respecto a qué corrida le gustaría estoquear fue claro. “No estoy en condiciones de pedir. Si me contratan para la corrida de Conde de la Maza, estupendo. Estoy dispuesto a torear cualquiera… Hombre –rectificó-, me gustaría que me contratasen dos tardes, para la de Fuente Ymbro y otra”, indicó.
Moral, a la hora de hacer el paseíllo, dispones de un capote de paseo en el que luce la Virgen de Jerusalén, patrona de Artajona, regalado por un buen aficionado de esa localidad navarra, Fernando Villanueva. Preguntando sobre si lo sigue usando, el sevillano respondió con guasa. “Claro que me lo sigo poniendo… ¡si es el único que tengo!”.
Por último, el matador de toros se refirió al encierro de Pamplona. “A mí me da miedo. No lo entiendo. Pero, algún día, lo correré”, concluyó Moral.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX